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REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA SALUD MENTAL ... - EAV

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<strong>REPRESENTACIONES</strong> <strong>SOCIALES</strong> <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>SALUD</strong><strong>MENTAL</strong> EN <strong>LA</strong> COMUNIDAD INDÍGENA EMBERA-CHAMÍ <strong>DE</strong> CRISTIANIA EN EL MUNICIPIO <strong>DE</strong> JARDÍNANTIOQUIAUnidad académica: Escuela de Ciencias SocialesFacultad: Facultad de PsicologíaAutor: Claudia Patricia Calle OspinaBlanca Ivon Carmona Gómezpermanentemente. Nos desestabiliza, nos desacomoda.Finalmente la disolución de lo colectivo termina por producir unrepliegue sobre sí mismo.El mismo Guillebaud, hablando de este tema, dice:La emancipación del placer, el libre goce de los cuerpos sonconquistas que merecen ser defendidas contra el asalto de lossanturrones. Desde luego. Pero la mentira del discurso moderno,por no decir su impostura, consiste en hacer creer que ununiverso permisivo sería naturalmente armonioso, feliz, liberado,mientras que el que perpetuara algunas prohibiciones noengendraría más que padecimientos, (ésta es la mentira, la quedice que, si no hay reglas el sujeto va a ser feliz y si surge algunaregla, entonces esto ya es represión, esta es la impostura, estaes la mentira), y continúa: “En realidad también la permisividad,es portadora de injusticias, desigualdades y dolores". Másadelante agrega: El obstáculo más cruel para el placer ya no es –y desde hace mucho tiempo- la prohibición moral o religiosa.Como fue durante siglos, la prohibición moral y religiosa, losprejuicios, eran el obstáculo para el placer, Guillebaud dice, estoya no es así, nadie o muy pocos se privan hoy de tener unarelación sexual por prejuicios morales o religiosos, muy pocos,dice: no es un obstáculo). Es una realidad más ambigua a la quese mira menos fácilmente de frente: el no deseo del otro, lamiseria del fracaso, la violencia simbólica del puro libertinaje, lacompetencia sexual, donde la derrota es más dolorosa y lasoledad, más inconsolable.26Y por último, otro dato relevante en este contexto actual detransformación la droga ocupa un lugar en nuestras sociedadesque corresponde a un verdadero fenómeno de civilización. Ladroga, en efecto, promete la reconstitución del yo, de maneratemporaria y ficticia, es cierto, pero en todo caso durante un26 HOMBRADOS, M.I.. Introducción a la Psicología Comunitaria, Málaga: Aljibe, 1996p.68.http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.5/co/deed.es41

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