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Espectro Autista: definición, evaluación e intervención educativa

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Recursos Didácticos<br />

Los límites del cuarto periodo los podemos considerar desde 1983 hasta finales del<br />

siglo XX. La característica fundamental de este periodo quizá sea la consideración del<br />

autismo desde una perspectiva evolutiva. Nótese que en el DSM IV el autismo es considerado<br />

como un trastorno generalizado del desarrollo. Este enfoque ha impulsado en los<br />

últimos años los estudios de psicología del desarrollo con el interés de tratar de describir<br />

las diferencias cualitativas que existen en los patrones y procesos evolutivos entre los<br />

niños sin dificultades y los afectados por trastornos generalizados del desarrollo. Sin<br />

duda, la comprensión profunda de los fenómenos evolutivos ha supuesto un importante<br />

avance tanto desde el punto de vista de la explicación de la génesis del trastorno como<br />

desde el punto de vista de la planificación de la <strong>intervención</strong> terapéutica.<br />

Además, en este periodo se han lanzado las más brillantes y fundamentadas teorías<br />

sobre el autismo. Por ejemplo, en 1985, Baron-Cohen, Leslie y Frith, barajaron la idea<br />

de que el autismo consistiría en un trastorno específico de una capacidad humana muy<br />

importante a la que se denomina “Teoría de la Mente”. Esta teoría sostiene que hay<br />

una dificultad en la comprensión de los estados mentales de uno mismo y de los demás<br />

y que esto limita gravemente la comprensión de muchas situaciones sociales<br />

cotidianas. O, por ejemplo, otra vertida más recientemente por Simon Baron-Cohen,<br />

denominada “la teoría del cerebro masculino extremo”. Esta teoría, se basa en la<br />

probada existencia de diferencias entre los cerebros masculinos y femeninos. Las<br />

evidencias señalan que los hombres son buenos para sistematizar, pero malos para<br />

empatizar. Lo cual parece indicar que el cerebro de un autista sería, consecuentemente,<br />

un caso de cerebro masculino llevado al extremo. Esto también explicaría la diferencia<br />

de incidencia de autismo que existe entre hombres y mujeres.<br />

Cabe destacar también en este cuarto periodo los avances en la investigación<br />

clínica y biológica, avances que están permitiendo acercarnos cada vez más al<br />

esclarecimiento total de esta patología.<br />

Finalmente, el quinto y último periodo corresponde al espacio de tiempo<br />

transcurrido desde los inicios del siglo XXI hasta nuestros días. La primera<br />

consideración que se puede hacer respecto de esta época es el hecho de que se van<br />

acumulando evidencias, a través de estudios internacionales basados en metaanálisis,<br />

acerca de la eficacia de los métodos diagnósticos y terapéuticos. En este sentido cabe<br />

destacar en nuestro país los esfuerzos realizados por el denominado Grupo de Estudio<br />

de los Trastornos del <strong>Espectro</strong> <strong>Autista</strong>, constituido en 2002 gracias al apoyo de la<br />

Confederación Autismo España, FESPAU y a la Asociación Asperger España, además<br />

de recibir ayuda financiera de otras instituciones tanto públicas como privadas.<br />

Otro de los rasgos destacables de este último periodo es la gran penetración que<br />

están teniendo los estudios sobre el autismo en la sociedad en general. Como botón de<br />

muestra, cabe destacar que el término autismo aparece en el puesto número seis del<br />

ranking de términos más solicitados en el buscador Google en 2006. Otros ejemplos de<br />

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