12.07.2015 Views

Leer-el-pensamiento-del-Libertador-economia-y-sociedad1

Leer-el-pensamiento-del-Libertador-economia-y-sociedad1

Leer-el-pensamiento-del-Libertador-economia-y-sociedad1

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La vastedad americana, la multitud de los orígenes culturalesd<strong>el</strong> Mundo Nuevo podían, en efecto, asegurar la inevitabilidadde estrategas capaces de coronar la Campaña Admirable,de filósofos aptos para vislumbrar los grandes lineamientos d<strong>el</strong>destino de un mundo y negociadores con habilidad para resolvera su favor la entrevista de Guayaquil. Lo que no se explicaen modo alguno es que tantas y tan excluyentes modalidadesd<strong>el</strong> ser concurrieran en la misma persona. La lectura d<strong>el</strong> D<strong>el</strong>irionos permite transponer, literalmente, los umbrales d<strong>el</strong> abismoque separa y a la vez reúne tantos rostros diversos.Concisamente, <strong>el</strong> D<strong>el</strong>irio narra la anécdota de un hombreque asciende una cima hasta entonces no hollada por la plantahumana, para depositar en <strong>el</strong>la la enseña de su causa política,su poder, su gloria. Toda montaña es, simbólicamente, puntode encuentro entre la verticalidad d<strong>el</strong> espíritu y la solidez de lamateria, confluencia entre ci<strong>el</strong>o y tierra, lugar donde la variedady la vastedad de las determinaciones d<strong>el</strong> universo sensibleascienden y a la vez se reducen a la unidad de la cumbre. También,montaña es límite d<strong>el</strong> espacio, fin de toda ascensión y detodo camino. Por <strong>el</strong> abrupto término que opone a todo avance,la cima de un pico propone <strong>el</strong> comienzo de otra dimensión: lad<strong>el</strong> tiempo.Si la historia d<strong>el</strong> hombre es la de un animal que se hace preguntassobre <strong>el</strong> tiempo, <strong>el</strong>lo es porque éste no cesa de plantearleacertijos. Así como la cumbre evoca al tiempo, a su vez planteaal narrador –a todo narrador– los asfixiantes enigmas de si <strong>el</strong>universo es algo, si los instantes que los humanos llaman siglospueden medir los sucesos, si <strong>el</strong> mundo entero no es menos queun punto en presencia d<strong>el</strong> infinito.En un viejo mito griego, un hombre fue enfrentado con acertijossimilares por otro fantasma, y la solución de <strong>el</strong>los –quese refería siempre a la transitoriedad d<strong>el</strong> instante– produjo lamuerte d<strong>el</strong> fantasma, y abrió al hombre <strong>el</strong> camino que lleva alpoder y a renegar de la vista.En nuestra cortante mitología americana, por <strong>el</strong> contrario,<strong>el</strong> viajero viene desde <strong>el</strong> poder, y los enigmas, lejos de destruir<strong>el</strong> fantasma d<strong>el</strong> tiempo, lo invitan, colocándolo desde ya en <strong>el</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!