Sin embargo, si bien el artículo <strong>de</strong> Okin plantea un claro punto <strong>de</strong> inflexión en el<strong>de</strong>bate entre multiculturalismo(s) y feminismo(s), éste no ha sido lineal, sino quepresenta distintas fases, y por en<strong>de</strong>, repuestas diversas. De acuerdo con MaríaJosé Guerra, po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar al menos dos etapas en el <strong>de</strong>bate: 2 una primera,sería la li<strong>de</strong>rada por la publicación <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Iris Marion Young La justicia y la política<strong>de</strong> la diferencia. 3 En esta obra, Young plantea las insuficiencias <strong>de</strong>l paradigmadistributivo y el olvido por parte <strong>de</strong> las teorías <strong>de</strong> la justicia contemporáneas <strong>de</strong>las prácticas sociales <strong>de</strong> dominación y opresión. Para Young, la política <strong>de</strong> la diferencia<strong>de</strong>bería dar cuenta <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandas grupales <strong>de</strong> los grupos oprimidos, <strong>de</strong>tal manera que la cuestión <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad grupal pasa a un primer plano <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate.4 En esta primera fase, la alianza entre feminismo y multiculturalismo quedaríaclaramente asentada, afirmando las políticas <strong>de</strong>l reconocimiento como un caminotransitable para el feminismo, camino que, a<strong>de</strong>más, no presentaba obstáculos nitensiones. La segunda fase <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate, a finales <strong>de</strong> los años noventa, por el contrario,supone precisamente la apertura al cuestionamiento <strong>de</strong> la supuestamentefeliz alianza entre feminismo y multiculturalismo, <strong>de</strong>velando las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acomodación,los conflictos y las consecuencias in<strong>de</strong>seables para los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> lasmujeres. En este sentido, intervendrían la propia Moller Okin, 5 Nancy Fraser, 6 MarthaNussbaum 7 y Seyla Benhabib 8 <strong>de</strong>tectando la violencia interna <strong>de</strong> muchas comunida<strong>de</strong>sculturales hacia las mujeres y <strong>de</strong>fendiendo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un marco teórico universalista,la autonomía individual <strong>de</strong> las mujeres.2María José Guerra, “Algunas notas sobre feminismo global: mujeres, culturas e igualdad”, en MaríaLuisa Femenías, Feminismos <strong>de</strong> París a La Plata, Buenos Aires, Catálogos, 2006.3Iris Marion Young, Justice and the Politics of Difference, Princeton, Nueva Jersey, UniversityPress, 1990 (trad. <strong>de</strong> Silvina Álvarez, La justicia y la política <strong>de</strong> la diferencia, Cátedra, Valencia, 2000).4La obra <strong>de</strong> Young realmente supuso un nuevo tour <strong>de</strong> force en la teoría <strong>de</strong> la justicia y en la teoríapolítica <strong>de</strong>l siglo xx, <strong>de</strong>satando fuertes polémicas tanto con autores <strong>de</strong> las filas <strong>de</strong>l liberalismo, comoBrian Barry (véase especialmente <strong>de</strong> este autor Culture and Equality: An Egalitarian Critique of Multiculturalism,Oxford, Polity Press, 2001), como en las filas <strong>de</strong> la teoría feminista (véase las contestacionesa Young que realiza Nancy Fraser en Justice Interruptus. Critical Reflections on the “Postsocialist” Condition,Nueva York, Routledge, 1997, (trad. <strong>de</strong> Magdalena Holguín e Isabel Cristina Jaramillo, Justiciainterrupta, Bogotá, Siglo <strong>de</strong>l Hombre Ed., 1997).5A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su libro ya citado, Is multiculturalism Bad for Women?, también habría que incluir suartículo “Feminism and Multiculturalism: Some Tensions”, Ethics, vol. 108, núm. 4, julio, 1998.6En Justicia interrupta y en “Recognition or Redistribution? A Critical Reading of Iris Young´s Justiceand the Politics of Difference”, Journal of Political Philosophy, 3, núm. 2, junio <strong>de</strong> 1995.7Martha Nussbaum y Jonathan Glover (eds.), Women, Culture and Development, Oxford, ClarendonPress, 1995.8Seyla Benhabib, The Claims of Culture. Equality and Diversity in the Global Era, Nueva Jersey,Princeton University Press, 2002 (trad. <strong>de</strong> Alejandra Vassallo, Las reivindicaciones <strong>de</strong> la cultura: igualdady diversidad en la era global, Buenos Aires, Katz, 2006. Se cita a partir <strong>de</strong> ahora como RC).72
Por otro lado, la aceptación por parte <strong>de</strong> muchos Estados <strong>de</strong> un pluralismo jurídicopor la vía constitucional, vino a sumarse a esa sospecha acerca <strong>de</strong> la colisión<strong>de</strong> una justicia etnocultural con los <strong>de</strong>rechos individuales <strong>de</strong> las mujeres, reavivandoel <strong>de</strong>bate. En este sentido, algunas autoras han señalado cómo estaríamosasistiendo a un auge <strong>de</strong>l argumento culturalista para justificar la sumisión <strong>de</strong> lasmujeres, poniendo <strong>de</strong> manifiesto, una vez más, cómo el mensaje cultural estaríafuertemente generizado. Si hasta no hace poco las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> género senaturalizaban, en la práctica <strong>de</strong>l pluralismo jurídico esas <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s apareceríanahora revestidas bajo la forma <strong>de</strong> la cultura o la tradición (inamovible e inmutable).Así, por ejemplo, Virginia Maquieira señala en este sentido cómo nos encontraríamosfrente a discursos que mantendrían lo que ella <strong>de</strong>nomina sexismocultural, esto es, un tipo <strong>de</strong> retórica que utiliza las diferencias culturales consi<strong>de</strong>radascomo inmutables y representativas <strong>de</strong> todos los miembros <strong>de</strong> una comunidady su historia, para justificar las diferencias entre mujeres y hombres y su <strong>de</strong>sigualposición en el or<strong>de</strong>n social, <strong>de</strong> tal manera que las iniciativas <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> las mujeresson interpretadas como una amenaza a la i<strong>de</strong>ntidad cultural y a las tradiciones.9 En este sentido, hacer visible el “subtexto <strong>de</strong> género” <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad cultural,aparece <strong>de</strong> una manera muy clara en esta fase <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate como una <strong>de</strong> las tareasfundamentales <strong>de</strong> la crítica feminista. De esta manera, si Celia Amorós se referíaal test <strong>de</strong> la Ilustración, mediante el cual examinaríamos las tensiones presentesen el discurso ilustrado <strong>de</strong> la igualdad, a la luz <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> las mujeres en laIlustración, dando como resultado una visión <strong>de</strong> la Ilustración mermada en cuantoa la igualdad e inclusión <strong>de</strong> las mujeres; 10 respecto al multiculturalismo, po<strong>de</strong>mos<strong>de</strong>cir, junto con María Luisa Femenías, que una parte importante <strong>de</strong> la teoría feministacontemporánea plantea la necesidad <strong>de</strong> aplicar el test <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> lasmujeres a la propuesta teórica multiculturalista, a fin <strong>de</strong> medir el grado <strong>de</strong> avance orelegación <strong>de</strong> las mujeres en ese grupo cultural, y por tanto, su a<strong>de</strong>cuación o no aun proyecto <strong>de</strong> alcance <strong>de</strong>mocrático. 11En esa segunda fase <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate entre feminismo y multiculturalismo, sin embargo,también po<strong>de</strong>mos observar una evolución en el mismo. La pregunta <strong>de</strong> Okin,“¿es el multiculturalismo malo para las mujeres?”, provocó una polarización innecesariaen las posiciones, tal y como señala Benhabib, presentando erróneamentea las culturas –<strong>de</strong> una manera muy parecida a como lo hacen los mismos multicul9Virginia Maquieira, “Cultura y <strong>de</strong>rechos humanos <strong>de</strong> las mujeres”, en Pilar Pérez Cantó (ed.), Lasmujeres <strong>de</strong>l Caribe en el umbral <strong>de</strong>l siglo xxi. Dirección General <strong>de</strong> la Mujer, Ed. <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma<strong>de</strong> Madrid, 1998, p. 193, y también en “Mujeres, globalización y <strong>de</strong>rechos humanos”, en VirginiaMaquieira (ed.), Mujeres, globalización y <strong>de</strong>rechos humanos, Valencia, Cátedra, 2006.10Celia Amorós, Tiempo <strong>de</strong> feminismo, Madrid, Cátedra Feminismos, 1997, pp. 142 y ss.11María Luisa Femenías, El género <strong>de</strong>l multiculturalismo, Bernal, Universidad Nacional <strong>de</strong> Quilmes,2007, pp. 16 y 64 y ss.73
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