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2o<br />
los estoicos, por ejemplo, hacían una vida de retiro de la libido...<br />
Incluso creo que hay un exceso sexual también hoy en día, según<br />
mi urólogo es impresionante las cosas que ve últimamente por<br />
los excesos sexuales de la gente.<br />
–El sexo suele ser una reacción contra la opresión también,<br />
aquí durante la dictadura proliferaban los hoteles<br />
alojamiento... Qué interesante... Hay una oposición dialéctica,<br />
claro, una reacción de opuestos. Ahora que pienso, cuando<br />
vuelvo de un funeral siempre tengo más impulsos sexuales que<br />
antes... Huir del luto (risas)...<br />
–¿Sigue siendo comunista? Sí, me llamo comunista pero en<br />
el sentido literal de Lenin, “comunismo es electrificación más<br />
soviets”, es decir, desarrollo material tecnológico, etc., controlado<br />
por poderes populares, nosotros vivimos ahora en una ciudad<br />
totalmente electrificada, todo el desarrollo impuesto por la tecnología<br />
y el capital, pero no hay casi nada de control popular, la<br />
democracia va muriendo en todos los países. Por eso sigo siendo<br />
un comunista, pero uno ideal. No lo era cuando había un partido<br />
fuerte en Italia, lo fui recién a partir de la muerte de Stalin.<br />
–Justamente el comunismo fue un intento de hacer un<br />
cambio rápido y desde arriba... El problema es que una<br />
transformación radical como una revolución proletaria mundial<br />
no fue casual que se resolviera en la Rusia soviética en totalitarismo,<br />
porque creo que si se trata de producir un cambio<br />
múltiple y simultáneo, debe ser total, y para eso tiene que ser<br />
autoritario. Yo digo siempre que la única culpa de Stalin fue<br />
tomar al capitalismo como modelo, hacer de Rusia lo que eran<br />
los Estados Unidos, y aunque lo logró, mandando en los 50 al<br />
primer hombre al espacio por ejemplo, hoy nos damos cuenta<br />
de que fue un error terrible.<br />
–En este sentido hoy se apuesta a producir un cambio<br />
cultural, ¿pero qué significa esto? Sí, ¿qué significaría?...<br />
Yo creo en la multiplicación de microconflictos. Pienso que mi<br />
manera de existir hoy en política es participar en muchos micro<br />
conflictos, como decía el Che Guevara “hay que crear mil<br />
Vietnams”, pero hoy ya serían no violentos, en lo posible, sino<br />
conflictos sindicales, presión popular, crear actividad desde la<br />
calle, porque tal vez sea esa la única manera de presionar a los<br />
gobiernos, que son siempre reaccionarios, y hoy en día son en<br />
definitiva un único gobierno mundial... Entonces sería casi como<br />
otra estrategia del exceso, exceder el orden constituido a partir<br />
de la multiplicación de puntos de problematicidad. Pero esto no<br />
es muy popular como tesis, porque proponer a elecciones una<br />
política que no permite realizar el estado puede generar una<br />
condición de lucha permanente, de la que la gente se va a cansar<br />
en algún momento... De todas formas soy básicamente un admirador<br />
de los populismos latinoamericanos, sé que en Europa la<br />
palabra populismo es negativa, pero el punto es, creo, que mientras<br />
que en América Latina lo institucional, durante bastante<br />
tiempo ha sido colonial, en Europa se formó una tradición más<br />
larga de instituciones democráticas, pero en cambio aquí siempre<br />
hubo, por razones históricas, una contraposición más importante<br />
entre el poder de los extranjeros y los ricos en oposición<br />
al pueblo, por eso el populismo desarrolló una mejor cara. En<br />
Italia vendría bien un poco de populismo. Cuando digo que no<br />
se puede dejar todo al Parlamento si se quiere que algo cambie,<br />
es porque se necesita un poco de control populista que presione<br />
sobre las instituciones, porque si no estas, dejadas a sí mismas,<br />
se vuelven autoritarias. Por esto es que espero mucho de la influencia<br />
latinoamericana sobre la política mundial, porque para<br />
equilibrar el peso de la dominación banquera, estadounidense,<br />
internacional, se necesita un polo, decimos, socialista o progresista,<br />
fuerte internacionalmente. Yo siempre pienso que sólo de<br />
América Latina puede venir esto, porque los demás Estados en<br />
desarrollo, como China e India, ya han avanzado mucho en el<br />
marco del neocapitalismo.<br />
–Resulta inevitable que de a poco vamos hacia una tecnocracia,<br />
habría que ver qué tipo de tecnocracia queremos<br />
producir… Sí, totalmente. El tema es que si el sistema tecnocrático<br />
europeo funcionara, si fuera una manera de reducir un<br />
poco la libertad para que se redujera el desempleo, etc., podríamos<br />
seguir en esa línea, pero la realidad es que no funciona. En<br />
Italia, aunque respetamos todos los dictados de la Unión Europea,<br />
aumenta el desempleo, se cierran industrias, hay conflictos<br />
sociales... En este sentido es como estar en el Titanic... sabiendo<br />
cómo termina la historia...<br />
–Globalización y separatismo. ¿Son compatibles u opuestos?<br />
Mi paso por el Parlamento europeo me cambió un poco<br />
la perspectiva hacia un ideal de una Europa más multipolar. La<br />
unificación, que siempre ha sido un ideal porque la paz requiere<br />
que vivamos todos juntos, ya no es más algo en lo que crea, creo<br />
que si seguimos avanzando en esa dirección es porque ayuda a la<br />
dominación, al capital, porque desde la unificación es más fácil<br />
dominar... Esto también, desde el punto de vista filosófico, tiene<br />
que ver con esta idea de que el ser debe ser uno, el ser metafísico<br />
deber ser uno, bueno, verdadero... ¿Por qué uno? En este<br />
sentido, la metafísica es un sistema de dominación mental empezando<br />
por Aristóteles, todo esto tiene problemas filosóficos...<br />
–¿Justamente cuál es el papel de la filosofía en todo esto?<br />
El de criticar. Por ejemplo, una idea que está en Wittgenstein<br />
es que la filosofía tiene el deber de liberarnos de los errores,<br />
sobre todo esto, más allá de que él lo decía por su perspectiva<br />
analítica, en donde solamente utilizando el lenguaje de manera<br />
apropiada se lograba eso. Pero en este sentido, la filosofía<br />
tiene que molestar en el sistema, no crear consenso, o valores.<br />
Nosotros vivimos en un mundo ya constituido. La filosofía no<br />
tiene que reflejar el orden constituido para enfatizarlo, tiene<br />
que criticarlo. Obviamente que soy consciente de que es como<br />
una coquetería estar del lado de la oposición porque parece más<br />
fácil, pero es lo único que se puede hacer, es como el daimon de<br />
Sócrates, que decía solamente lo que no tenías que hacer, y no<br />
lo que quería que hicieras; porque lo que uno quiere hacer viene<br />
de su panza, de su impulso. Pero el daimon lo limitaba. Creo<br />
que hay un compuesto daimónico en la filosofía.<br />
–¿Cómo fue su giro hacia el catolicismo? Siempre fui católico,<br />
nací católico, me formé como católico, me enamoré bastante<br />
de los dichos del Evangelio, etc., y básicamente no veo razones<br />
para abandonarlo, porque las razones son siempre razones ab-