Revista Quid 55

o4
A finales de ese año, con el título Back To Black, el disco se lanzó en casi todo el mundo, con
créditos de producción compartida para Remi y Ronson y la participación de prestigiosos músicos
como los neoyorkinos Dap-Kings, que habían acompañado por mucho tiempo a la cantante
Sharon Jones. Instantáneamente alcanzó el número uno en las listas del Reino Unido.
Con Rehab, Winehouse tuvo su segundo premio Ivor Novello como compositora, y fue elegido
el Mejor Álbum del año 2007 en los MTV Europe Music Awards y Mejor Álbum Vocal Pop
y Mejor Artista Nuevo en los Premios Grammy 2008, entre muchos otros galardones. Para
acompañar al disco, Winehouse viajó al pasado, a los 50 y 60. Homenajeó a esos lindos grupos
de chicas como The Crystals, The Ronettes y The Shagri las, en ellas inspiró su peinado icónico
y difícil de hacer y mantener. En una entrevista que dio a la Rolling Stone inglesa, Winehouse
contó que antes de su segundo disco “Solía fumar mucha hierba” pero se fue pasando
al alcohol: “Supongo que si tienes una personalidad adictiva, cambias un veneno por otro. La
mentalidad de la hierba es muy hip-hop, y cuando hice mi primer disco, lo único que escuchaba
era hip-hop y jazz. Esa mentalidad es muy defensiva, del tipo: ‘Que te den, no me conoces’.
Mientras que la mentalidad del bebedor es: ‘La tragedia soy yo, te amo, voy a tirarme a la carretera
por ti y no me importa si no me miras siquiera, porque siempre te amaré’”.
Creció la fama, creció la exposición, creció la especulación de la prensa acerca de su estilo de
vida, crecieron el morbo del público y la fidelidad de los fans. Su peso era un predilecto de los
periodistas que rescataban fotos de años anteriores, cuando había curvas. La cantante no tardó
en acusar recibo y dijo que su nueva delgadez se debía a haber dejado de fumar marihuana.
También aseguró estar haciendo “una dieta de estricta pizza, para subir de peso” porque aunque
“amaba la comida” la adelgazaba “el estrés”.
La idea que se impuso a través del aparato de prensa montado alrededor de Winehouse, es
que la borrascosa relación con Fielder-Civil fue el leit motiv de gran parte de su comportamiento
destructivo. Durante una de las resonadas peleas de la pareja, la chica admitió que
ahogaba sus penas en alcohol, pero que lo mismo que la hacía sufrir le daba el impulso para
hacer un nuevo álbum. Para esos momentos, ya se presentaba borracha a algunos shows y
ciclos televisivos. Sus agentes le sugirieron que entrara a rehabilitación, pero en vez de hacer
caso Winehouse convirtió la experiencia en la canción más pegadiza en su nuevo disco.
En la biografía que editó en honor a su hija, Mitch recalca el desprecio que sintió por Fielder-Civil,
a quien responsabiliza de llevar a Amy a la adicción. Durante su breve matrimonio,
Winehouse y Fielder-Civil se internaron en un centro de rehabilitación en Essex, Inglaterra,
pero pocos días más tarde lo dejaron para irse de vacaciones. También hubo peleas plasmadas
en fotos de Winehouse, golpeada y cortada, y Fielder-Civil arañado, los dos ensangrentados,
con la ropa rota, saliendo de un hotel. Las fotos fueron tan comentadas que la madre de Fielder-Civil
tuvo oportunidad de decir en la radio: “Creo que ambos necesitan obtener ayuda
médica antes de que uno de ellos, si no los dos, muera”.
Pocos meses después, la pareja fue detenida en Noruega por posesión de marihuana. A sólo
unos días de ese arresto menor, Fielder-Civil cayó preso. Winehouse se presentó a un concierto
de Birmingham borracha. Fue abucheada por el público y se cancelaron todos los shows
La boda con Blake Fielder celebrada
en Miami, en 2007. De esa relación
quedaron varias internaciones,
peleas, prisión para él y un tatuaje
con su nombre sobre el corazón
de Amy.