Revista Quid 55

VIDA GOURMET
Pequeños detalles que hacen la diferenciA
Por Mónica Tracey
El más festivo de los vinos
9o
La historia del champagne en nuestro país tiene larga data,
con marcas que iniciaron el siglo XX y una importación espeluznante,
por ejemplo para los festejos del Centenario, con
un millón de litros que se trajeron de Francia y también de
España. Parece que desde que lo descubrimos siempre nos
gustó ese vino que se hace frescura y se eleva en burbujas,
con sus distintos equilibrios de acidez y dulzura, con esos
tonos pura seducción, como ese casi dorado que lleva su
nombre, ese nombre que ya no podemos usar. Estábamos justamente
logrando los mejores ejemplares cuando tuvimos que
llamarlos espumosos.
Y tal vez la clave de por qué esta bebida enamora la dé Pedro
Rosell al contar los motivos por los que eligió hacerla: “El espumoso
es más entretenido, más festivo y más creativo”, dice
uno de los hombres que escribió esta ya larga historia, con
los hitos que fue sembrando desde que puso su trabajo de
experto en sus recordadas creaciones para Navarro Correas,
en aquel momento en que esta bodega se lanzó con una propuesta
que movió el mercado y la producción de champagnes
nacionales. Sí, todavía se llamaban así. Luego asesoró a Bodegas
Lagarde, y más tarde pasó a formar parte de Rosell-
Boher, un lugar que era volver a lo propio. En esa bodega
vivió el padre de Rosell antes de casarse y fundar su familia
en lo que ahora es la bodega Weinert, donde nacería Pedro.
Después asesoró a Bodegas Salentein, hasta que se asoció con
un grupo chileno y su mano de experto comenzó a dar forma
a los ya reconocidos espumosos de Bodegas Cruzat. Uno de
ellos, el Cruzat Cuvée Rosé Extra Brut acaba de ganar el Regional
Trophy como el mejor vino espumoso de Argentina en
el Concurso Decanter World Wine Awards 2014, en Londres,
y el International Trophy, primer espumoso argentino en lograrlo.
Nacido y formado en Mendoza, luego de afinar su formación
en Francia, y a pesar de haber tenido interesantes ofrecimientos
en el exterior, decidió volver a su tierra, “el lugar
ideal para mi especialización”, donde además tenía su familia
y una carrera docente en la Facultad de Ciencias Agrarias
de la Universidad Nacional de Cuyo, actividad que siempre
desarrolló con tanta alegría como este saber hacer magníficos
espumosos. Ahora, continúa su tarea de docencia enseñando
a degustar y valorar los vinos burbujeantes.