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EL PODER PUNITIVO DEL ESTADO 11<br />
Aunque esto no fue hegemónico, ya que hubo también una sofisticada<br />
tradición en criminología sociológica, que incluyó a la escuela de Chicago,<br />
al interaccionismo simbólico y al estructural-funcionalismo. Fueron estas<br />
corrientes las que se movilizaron para intentar explicar esta anomalía<br />
etiológica. A raíz de estas bases teóricas, surgieron tres escuelas<br />
criminológicas separadas y políticamente diferentes. De esta manera, la<br />
teoría <strong>del</strong> etiquetamiento, enraizada en el interaccionismo simbólico,<br />
intentó explicar el problema en términos de administración de justicia<br />
diferenciada e injusta. <strong>El</strong> etiquetamiento injusto explicaba el hecho de que<br />
la desviación de clase media estuviera oculta, que el incremento de la<br />
vigilancia policial y el pánico moral exacerbaran la ola <strong>del</strong>ictiva y que la<br />
estigmatización causara reincidencia. La teoría de la subcultura, derivada<br />
<strong>del</strong> estructural -funcionalismo mertoniano, utilizó el concepto de privación<br />
relativa para explicar el incremento <strong>del</strong>ictivo pese a la creciente<br />
pobrezaabsoluta.Apuntabaalavíaenlacual las subculturas eran solución<br />
a esa privación y que, las penas de prisión daban lugar al fortalecimiento<br />
de una subcultura carcelaria, lo cual incrementaba un pacto de criminalidad<br />
y reincidencia. Esta teoría llegó hasta a reconocer que la privación<br />
relativa no era necesariamente sólo un fenómeno de la clase trabajadora.<br />
Finalmente, derivada de la escuela de Chicago de los treintas, la teoría de<br />
la desintegración <strong>social</strong> planteaba la desintegración comunitaria, de tal<br />
manera que la quiebra de los <strong>control</strong>es informales engendraban el <strong>del</strong>ito<br />
entre los pobres y a través de toda la estructura de la sociedad, aun más,<br />
no proveían una comunidad a la cual el ex-convicto pudiera retornar.<br />
Sus filiaciones políticas: libertarias, <strong>social</strong>-demócratas y conservadoras,<br />
fueron dejadas aparte, lo mismo que su énfasis en lo que era<br />
usualmente visto como etiologías alternativas y niveles de análisis. Lo que<br />
a menudo fue olvidado es que estas tres perspectivas acerca de la<br />
desviación: la que enfatiza la reacción <strong>social</strong>, la que remarca la causa de<br />
la acción desviada y la que se centra sobre el contexto organizacional de<br />
la acción; no son, perse, mutuamente excluyentes. Estaban f ragamentadas<br />
por razones políticas, no por la realidad. Unos pocos sociólogos americanos<br />
percibieron esto -por ejemplo Albert Cohen (1965), Cloward y Ohlin<br />
(1960) y David Matza (1969). Fue esta tradición americana la que<br />
conformó las bases de desarrollo de la nueva teoría de la desviación (NTD)<br />
en los EE.UU., laque subsecuentemente fue íntegramente importada porG.B.<br />
La influencia basai de la NTD fue la teoría <strong>del</strong> etiquetamiento, pero<br />
hubieron sustanciales -y a veces olvidadas- influencias de las teorías de<br />
la subcultura y de la escuela de Chicago. Ciertos pedazos de teoría eran