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72 • CRIMINOLOGÍA CRÍTICA Y CONTROL SOCIAL<br />
Otra objeción, más de fondo, sería la enorme extensión que cobraría el<br />
campo de la criminología, porque, considerando que el principal ejercicio<br />
de poder <strong>del</strong> sistema penal es el no formal, o sea, el disciplinario,<br />
configurador o normalizador, destructor de los vínculos comunitarios, la<br />
criminología no puede desvincularse de las políticas <strong>social</strong>es.<br />
Esto es exacto: si la verticalización de nuestras sociedades marginales<br />
(que son las sociedades "proletarias" <strong>del</strong> planeta en que vivimos) debilitan<br />
su integridad debilitando las relaciones comunitarias, la criminología debe<br />
conectarse íntimamente con las políticas <strong>social</strong>es que refuercen y recreen<br />
relaciones comunitarias para generar otros "loci" de poder alternativos.<br />
Pero esto no invalida nuestros puntos de vista. Recordemos que la<br />
epistemología, desde nuestra perspectiva marginal, frecuentemente no<br />
fue otra cosa que la limitación al saber que el poder empleó como<br />
instrumento para impedir el establecimiento de conexiones entre saberes<br />
diferentes, provocando los reduccíonismos que han sido manipulados<br />
para justificar ideológicamente la conquista, el sometimiento de las mayorías<br />
a minorías oligárquicas, la subordinación de las mayorías a los dictados de<br />
minorías iluminadas y, en general, todas las relaciones de dependencia. Que<br />
la criminología debe conectarse íntimamente con las políticas <strong>social</strong>es, no<br />
significa que toda la política <strong>social</strong> sea parte de la criminología ni que toda la<br />
criminología pertenezca al campo de la política <strong>social</strong>, sino que ambos son<br />
saberes necesariosen nuestro margen, que parcialmente se superponenyque<br />
casi íntegramente se vinculan, lo que no debe preocuparnos, a pesar de la<br />
heterodoxia epistemológica que pueda implicar.<br />
La objeción puede repetirse, porque se olvida que no postulamos un<br />
campo acotado, sino un eje central al que coyunturalmente, al paso de los<br />
espacios de poder que obtenemos, se van "enganchando saberes" (o<br />
desenganchando). No sólo se trata de conexiones con la política <strong>social</strong>,<br />
sino con un campo mucho más amplio. Tal es por ejemplo la vinculación<br />
con la antropología. Es sabido que no es tarea sencilla la recreación de<br />
vínculos comunitarios cuando éstos han sido destruidos por la concentración<br />
urbana y cada día se deterioran más por la manipulación de la opinión<br />
pública a través de los medios masivos de comunicación <strong>social</strong> que, como<br />
dijimos, dependen masivamente de la reproducción de material extraño a<br />
la región. Sin embargo, las bases para esta recreación existen y son<br />
difíciles de destruir. Se trata de supervivencias culturales harto heterogéneas<br />
que han quedado a lo largo de cuatro siglos de genocidio practicado en<br />
América Latina, la que se configuró recogiendo todos los restos de las<br />
culturasmarginadasporlasociedadindustrialenunavanceformidablemente