50 EL PRECIO DE LA INDEPENDENCIA Por Raúl Elvio Fantín
Alfredo y Martín ese domingo pasaron toda la mañana buscando un departamento para alquilar, era hora de independizarse, de llevar una vida plagada de placeres y aventuras, pero lo que ganaban como cadete y notero en el diario local no alcanzaba para gran cosa, nada habían conseguido accesible para sus deterioradas economías. Luego de tres largas semanas, al fin encontraron una pequeña casa pero confortable y muy barata, ya que la misma se encontraba amueblada, el único inconveniente era la lejanía con sus trabajos. Ya firmado el contrato de arriendo la curiosidad llevó a Alfredo a preguntarle al empleado de la inmobiliaria el motivo del bajo costo del alquiler de la vivienda, el que le contestó que se hacía difícil arrendarla por el mal estado de la casa lindante, que la gente decía pavadas de esa vieja casona, las tonteras de siempre, historias de fantasmas y muertes lejanas en el tiempo que nadie puede corroborar y que solo sirven para arruinar el barrio. En todo caso una vieja casa deshabitada no era un problema para ellos. No había mucho que mudar, excepto la ropa y algún que otro recuerdo, el lunes por la mañana salieron juntos hacia el trabajo después de quedar de acuerdo en que el desayuno lo haría un día cada uno. Al regresar esa nochecita tormentosa de junio recién se percataron de lo poco iluminado de estas calles suburbanas, pero dos hombres juntos no tendrían temor por un poco de oscuridad. Mientras caminaban, Martín le recordó a Alfredo que a las once saldrían a festejar la nueva vida, que había quedado con dos amigas para encontrarse en un pub, actividad con la que Alfredo estaba totalmente de acuerdo y entusiasmado. Ingresaban a la casa cuando a Alfredo le pareció ver una tenue luz moverse dentro de la vieja casa vecina, pero no le dijo nada a su compañero. Martín se fue al cuarto a preparar en su laptop la nota que tendría que presentar al día siguiente y le informó que luego se ducharía. Alfredo se desparramó en el confortable sillón que había en el living, esto es vida se dijo a sí mismo, trató de dejar un momento su mente en blanco, pero no lo conseguía esa lucecita en la casona lo tenía inquieto. Ya no soportó más, tomó la linterna que estaba sobre la heladera y salió sin dar aviso. Al llegar a la verja que rodeaba la roída casona vio que la reja de entrada no tenía candado, la empujó suavemente y el óxido hizo rechinar sus bisagras, aún llevaba su linterna apagada, miró hacia adentro desde la ventana donde le pareció haber visto la luz, pero nada pudo observar, solo paredes descascaradas y llenas de humedad, la curiosidad de Alfredo lo llevó hasta la puerta de ingreso que estaba muy carcomida por la intemperie, trato de abrirla, pero la humedad había hinchado la madera y no podía lograrlo, tomó un poco de aire y con un empellón de su hombro, la puerta al fin abrió, dio un par de pasos dentro de la casa y se llevó por delante una gran telaraña que se pegoteo a su rostro incomodándolo, encendió la linterna para no tener otra sorpresa desagradable, camino muy sigilosamente, no quería hacer ruido, pero a cada paso que daba el resquebrajado piso de madera contestaba con una queja, realmente era un lugar tenebroso, para 51
- Page 2 and 3: · NOIR · CIENCIA FICCIÓN · TERR
- Page 5 and 6: ¡YA está DISPONIBLE! EL ESTANQUE
- Page 7 and 8: ¿Por qué a las personas no les ag
- Page 9 and 10: LIBROS GRATIS www.editorialdreamers
- Page 11 and 12: Miedo… en que vulgar y corriente
- Page 13 and 14: no físicamente, no mentalmente, ni
- Page 15 and 16: Desde la pequeña ventana de mi hab
- Page 17 and 18: de mi boca y siento mis colmillos m
- Page 19 and 20: Es siempre típico que mi amigo, su
- Page 21 and 22: publica con nosotros www.editoriald
- Page 23 and 24: Hace un charco que te amo, María.
- Page 25 and 26: LIBROS GRATIS www.editorialdreamers
- Page 27 and 28: Desde la ventana se ve la torre de
- Page 29 and 30: publica con nosotros www.editoriald
- Page 31 and 32: De paseo con sus hijas otra vez. No
- Page 33 and 34: —Eso debe ser bueno, además veo
- Page 35 and 36: Muy temprano, agentes de la Policí
- Page 37 and 38: ver casos judiciales de difícil so
- Page 39 and 40: —Hay un fantasma en la casa —me
- Page 41 and 42: Para nuestro asombro y horror, ente
- Page 43 and 44: I Todo estaba listo. Elena había p
- Page 45 and 46: V Alberto había pasado a la ideal
- Page 47 and 48: I Revista de Virología Recombinant
- Page 49: estrés generan una inmunodepresió
- Page 53 and 54: cuerpo sin cabeza de Martín lo man
- Page 55 and 56: Con Solana nunca nos peleamos. Desd
- Page 57 and 58: LIBROS GRATIS www.editorialdreamers
- Page 59 and 60: A Guillermo no le dejaron ver el ca
- Page 61 and 62: signos visibles de la enfermedad ha
- Page 63 and 64: 3 de enero del 2079 Es difícil no
- Page 65 and 66: más la haya visto. Es pequeña, pe
- Page 67 and 68: Se miraron sorprendidos en medio de
- Page 69 and 70: espacios muertos y resquicios oxida
- Page 71 and 72: Eran casi las dos de la madrugada c
- Page 73 and 74: publica con nosotros www.editoriald
- Page 75 and 76: La explanada de grava rojiza se enc
- Page 77 and 78: LIBROS GRATIS www.editorialdreamers
- Page 79 and 80: Sentía José Jesús que los muros
- Page 81 and 82: Zócalo en El día de muertos. Cala
- Page 83 and 84: De repente me surgió la certeza de
- Page 85 and 86: YA DISPONIBLE ANTOLOGÍA mar crepus
- Page 87 and 88: EL FEO Corazón asesino, de Reny Ma
- Page 89 and 90: NUESTROS ARTÍCULOS 89
- Page 91 and 92: EL CLICHÉ QUE TODOS AMAMOS Por Car
- Page 93 and 94: también es el mismo, pues se da a
- Page 95 and 96: do los microrrelatos de terror, tam
- Page 97 and 98: SOCIEDAD EN DECADENCIA Por Yureli E
- Page 99 and 100: línea que divide lo bueno y lo mal
- Page 101 and 102:
perdido todo. Se demostró que pode
- Page 103 and 104:
MÍSTICA Y LITERATURA Por Marcos Da
- Page 105 and 106:
intención mora la voluntad. La vol
- Page 107 and 108:
se requiere pasar por el primero y
- Page 109 and 110:
MICRO CUENTOS 109
- Page 111 and 112:
Percy Shelley escuchaba horrorizado
- Page 113 and 114:
Tomás pintó durante toda la noche
- Page 115 and 116:
De entre las claridades, tú aparec
- Page 117 and 118:
Estaba en la habitación. Tendida s
- Page 119 and 120:
—Es tarde, cariño. Ven a dormir.
- Page 121 and 122:
CONOCE A LOS AUTORES QUE COMPONEN E
- Page 123 and 124:
Jesús Guillén Luna Oriundo del Es
- Page 125 and 126:
Víctor Andrés Parra Avellaneda Te
- Page 127 and 128:
¿deseas publicar tu novela en el e