La Sirena Varada: Año II, Número 14
El decimocuarto número de "La Sirena Varada: Revista literaria"
El decimocuarto número de "La Sirena Varada: Revista literaria"
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quier plataforma que acepte y publique<br />
microrrelatos, pero no son los únicos,<br />
como verán a continuación:<br />
Entonces, sudorosa, desperté de<br />
mi sueño y miré el reloj, eran las<br />
tres de la mañana, el frío calaba<br />
mis huesos y helaba mi sangre; de<br />
pronto, como cada noche, abrí los<br />
ojos y lo entendí, me levanté, asustada,<br />
miré a mi alrededor, arriba,<br />
abajo, dentro y fuera; supe lo que<br />
debía hacer…<br />
¿Entendieron algo? Así me sucede más<br />
seguido de lo que quisiera. Hay muchos<br />
autores que creen que un texto se vuelve<br />
profundo y reflexivo si escriben algo<br />
que no tiene pies ni cabeza; porque es<br />
muy vanguardista, porque es muy moderno,<br />
porque si no lo entiendes es que<br />
no eres una persona de cultura y solo<br />
lees El sensacional de luchas o El Pásala.<br />
Me he dado cuenta de que, normalmente,<br />
estos son los autores que presumen<br />
de tener un currículum literario muy extenso,<br />
pero son solo son libros autopublicados<br />
en Amazon, que de igual forma<br />
no tienen pies ni cabeza pero tratan de<br />
vender en todos los rincones posibles<br />
que las redes sociales ofrecen.<br />
Entonces, sudorosa, desperté de<br />
mi sueño y miré el reloj, eran las<br />
tres de la mañana, el frío calaba<br />
mis huesos y helaba mi sangre;<br />
de pronto, miré la sangre en mis<br />
manos: brillante, roja, pegajosa,<br />
excitante… Miré al otro lado de la<br />
cama y vi su rostro, desencajado,<br />
sin vida, sin esa vida que yo le había<br />
arrancado hacía algunas horas,<br />
esa vida que me pertenecía a mí y<br />
a nadie más...<br />
A últimas fechas es muy común que los<br />
autores utilicen la primera persona como<br />
si principal método de narración —además<br />
del clásico «disculpen, me presento,<br />
soy Fulanito de Tal…», pero eso es más<br />
común en los relatos más largos, incluso<br />
en las novelas— y también es muy común<br />
que pongan a nuestro protagonista<br />
como el culpable de lo que sea que pasó<br />
o pasará en el microrrelato. Es un recurso<br />
tan común como aburrido, y tiene muchas<br />
variantes como aquella en la que<br />
nuestro personaje principal está narrando<br />
todo desde el psiquiátrico, la prisión,<br />
la fiesta de tres años de su sobrino o incluso<br />
desde el más allá.<br />
Considero a este como el cliché más<br />
fastidioso, me hace pensar que el autor<br />
no se esfuerza para nada en darle algún<br />
matiz de originalidad a su relato, pero,<br />
y aquí es donde entra la pendejez de la<br />
que estábamos hablando antes, también<br />
me hace pensar que este autor<br />
apenas está desarrollando su técnica y<br />
es muy ingenuo, o no ha leído lo suficiente,<br />
como para tratar de abordar su<br />
idea desde una perspectiva diferente.<br />
Hay muchísimos clichés más que podría<br />
ejemplificar, y no solo consideran-<br />
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