La Sirena Varada: Año II, Número 14
El decimocuarto número de "La Sirena Varada: Revista literaria"
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3 de enero del 2079<br />
Es difícil no encontrar sentido en la<br />
idea de Andiono de que nuestro tiempo<br />
pasó como el de muchas especies<br />
antes de nosotros. Antes de la era del<br />
hombre, cuando los dinosaurios poblaron<br />
la tierra, el mundo era imposible<br />
con carros y maquinas, lo que<br />
llamamos inteligencia era un concepto<br />
en el mejor de los casos imposible.<br />
Durante nuestra era, el concepto de<br />
Cilubinas era acaso igual de inusitado.<br />
Lo que poseen estos nuevos seres que<br />
nacen mientras nosotros desaparecemos<br />
es incomprensible. Le hemos denominado<br />
Cilubinas por razones que<br />
desconozco y que desconoce el propio<br />
Andiono, el mejor científico de España<br />
y líder de nuestra aldea. Posiblemente<br />
la última aldea en Europa, con seguridad<br />
la última en España.<br />
Hemos aceptado nuestro destino y<br />
sin muchas batallas que nos queden<br />
por ganar hemos escogido quedarnos<br />
tranquilos en este espacio de tierra,<br />
darnos la mejor vida posible, enterrar<br />
a nuestros muertos en paz y no tratar<br />
de entender el mundo. Al menos eso<br />
hacen la mayoría, la resignación los<br />
mantiene tranquilos. Andiono y yo<br />
hemos estado haciendo lo contrario,<br />
cada noche especulamos, escribimos,<br />
enviamos señales de radio y planeamos<br />
expediciones a Madrid, a lo que<br />
solía ser Madrid, que ahora está poblado<br />
de Cilubinas, de las más extrañas,<br />
las que son de humo, les llamamos<br />
Los Alientos, porque son tibias, húmedas<br />
y huelen a algo parecido al café.<br />
Hubo quienes les llamaron Los Fantasmas,<br />
Los Espantos, Fuegos Fatuos,<br />
pero esos ya están muertos, ahora solo<br />
quedamos los de nuestra aldea y nosotros<br />
les llamamos Los Alientos. Son<br />
formas echas de un aire oscuro, por lo<br />
general delgadas, rectas, siempre en<br />
posición vertical y pegadas a la tierra.<br />
Se mueven rápido, a veces se mezclan<br />
por unas horas y cuando se separan se<br />
duplican o triplican en número. Aunque<br />
Los Alientos nunca nos hicieron<br />
ningún daño a los humanos Madrid<br />
fue la primera ciudad de España en ser<br />
evacuada y fue por pánico, una terrible<br />
decisión porque sus alrededores si estaban<br />
poblados por Cilubinas toxicas<br />
y fatales para los humanos. Quizás en<br />
Madrid aún se pueda vivir.<br />
Que quede claro que pertenezco a la<br />
escuela de pensamiento que dice que<br />
no son las Cilubinas las que están acabando<br />
con los humanos directamente,<br />
nuestros problemas empezaron mucho<br />
antes y fueron de naturaleza ambiental.<br />
Andiono ha escrito mucho al<br />
respecto y en sus investigaciones está<br />
sustentada la teoría de que las Cilubinas<br />
son producto de cambios químicos<br />
en nuestro planeta, los mismos<br />
cambios que han ido acabando con los<br />
habitantes de nuestra aldea. <strong>La</strong>s Cilubinas<br />
vinieron después y solo aceleran<br />
el proceso de extinción.<br />
Hace cinco años éramos setecientos<br />
cuarenta y cuatro y hoy somos quinientos<br />
treinta y cinco en nuestra aldea. Me<br />
alegro de haber documentado la vida<br />
de todos los habitantes en este diario,<br />
guardo la esperanza pueril de ser leído<br />
dentro de mil o diez mil años cuando se<br />
estudien nuestras vidas. Escribo cada<br />
noche después de regresar de casa de<br />
Andiono, de conversar sobre la posibilidad<br />
de sobrevivir, de detener la muerte,<br />
de volver a poblar la tierra.<br />
Pocas veces me detengo a pensar en<br />
lo que creo y espero. Cuando lo hago<br />
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