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Eduardo Blanco Venezuela Heroica
Eduardo Blanco
Venezuela Heroica
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Venezuela heroica 181
Taguanes, abrió aquel libro y mostró a sus soldados las páginas en que se
consignaban nuestras glorias y nuestros infortunios; la chispa del entusiasmo
se produjo, brilló en todos los ojos, incendió todos los corazones
y el feliz augurio de una victoria en perspectiva, pronóstico por todos
estimado infalible, fue la mayor de las ventajas que sobre sus contrarios
pudo llevar a la batalla. Bolívar hizo pie en los Taguanes para escalar a
Carabobo: una victoria servía a la otra de escabel.
Aquella gran revista la víspera de la feliz jornada, era como el desperezarse
del león para cobrar todas sus fuerzas y estar dispuesto a acometer.
Allí, sobre aquel campo de gloriosos recuerdos, desfilaron todos los
cuerpos del ejército frente al Libertador, quien de sus labios, inagotable
manantial de épica elocuencia dejó caer para cada uno de aquellos regimientos
y escuadrones, palabras, conmovedoras, alusivas a sus heroicidades
de otros días, a los sagrados deberes del presente.
Para asistir a aquella última jornada en que la heroica Venezuela contaba
sellar su independencia, habíanse congregado la mayor parte de
aquellos tenaces lidiadores que venían combatiendo después de tantos
años por la emancipación de la patria, por la libertad de Suramérica; allí
representadas en sus héroes estaban de presente todas nuestras victorias.
Acaso por la primera vez en el trascurso de la guerra, el ejército patriota
vestía de gala para presentarse al enemigo. El sol resplandecía en
los dorados uniformes, en los vistosos arreos de nuestros granaderos, en
los desnudos sables, en las bayonetas y en las lanzas con fascinadores
reflejos. Al viento flameaban los penachos de brillantes colores, las banderolas
y divisas de los jinetes del Apure, y las banderas, noble enseña de
nuestros regimientos, donde marcadas se ostentaban las garras del león
peninsular, en cien terribles y sangrientos combates.
Los bandas marciales de todos aquellos batallones entonaban a un
tiempo la marcha popular que tantas veces los condujera a la victoria; y