14.06.2021 Views

Colección-Bicentenario-Carabobo-3-Blanco-Eduardo-Venezuela-heroica

Eduardo Blanco Venezuela Heroica

Eduardo Blanco

Venezuela Heroica

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

188

Eduardo Blanco

Resuelto a llevar a cabo sin tardanza el proyectado movimiento, Bolívar

hace llamar a uno de los guías que había tomado en Tinaquillo,

le expone su propósito e inquiere de él la posibilidad de ejecutar tan

arriesgada operación. El guía se muestra experto, e indica al Libertador

una vereda poco conocida y casi impracticable, denominada la pica de

la mona, como la única posible para penetrar furtivamente en la llanura

sobre el flanco derecho del enemigo, haciendo gran rodeo. Después de

meditarlo, Bolívar acepta la indicada vereda, y poniéndose a la cabeza

de todos los zapadores del ejército corre a la entrada del atajo y ordena

a Páez penetrar por él con la 1.ª División e ir a forzar la entrada a la

llanura.

Serias dificultades ofrecía aquella operación. En primer lugar, para

ganar la boca del atajo era indispensable aproximarse a las posiciones

enemigas por la vera de un bosque situado al Occidente de la vía de San

Carlos y cuya entrada, no distante del abra principal defendida por el

ejército realista, barría su artillería; luego atravesar el intrincado bosque

y alcanzar la cima de una larga colina dominada también por los fuegos

del enemigo; recorrer algún tiempo la indicada colina sin resguardo

posible, y penetrar al fin por el estrecho cauce de una quebrada harto

fragosa que difícil acceso prestaba a la llanura.

Páez se interna en la trocha. El resto del ejército amenaza de frente las

posiciones de La Torre. La artillería realista rompe sus fuegos sobre la

primera división; la comarca se estremece y palpitan con rapidez todos

los corazones.

Mientras la división de Páez, internada en la estrecha vereda, vence

cuantas dificultades se oponen a su marcha, los otros cuerpos que en su

oportunidad deben seguirla permanecen en el camino real resguardados

de los fuegos del enemigo.

Cedeño y Plaza se impacientan con el forzoso retardo que les hace sufrir

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!