<strong>El</strong> tema de <strong>la</strong> <strong>dictadura</strong> en <strong>la</strong> narrativa del mundo hispánico: (Siglo XX) ve presentarse en pa<strong>la</strong>cio a una serie de seres animalizados, que el novelista describe <strong>ha</strong>ciendo uso de <strong>la</strong> ironía y un humor amargo: Los altos funcionarios lo rodearon [al dictador], aves de rapiña ante escasa mortecina. Iban llegando en formas diferentes. Unos, con bozal. Otros, en cuatro. Varios, de rodil<strong>la</strong>s. Muy pocos, erectos y tranquilos, sobre sus dos extremidades. Ya estaba el Gabinete, en pleno. La crema y nata del Ejército, <strong>la</strong> Aviación y <strong>la</strong> Marina. La fofa burocracia que digería, <strong>como</strong> siempre, los banquetes opíparos del Presupuesto. Por su parte Baco Alfombra -ardil<strong>la</strong> prodigiosa- daba saltos de un <strong>la</strong>do para otro, realizando múltiples funciones . 122 La técnica de destrucción del personaje llega, en <strong>El</strong> secuestro del General , a extraordinarios resultados a través de un juego inventivo intenso, incansable. La crítica del escritor a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se dominante de <strong>la</strong> <strong>dictadura</strong> no admite justificaciones. Babe<strong>la</strong>ndia <strong>ha</strong> llegado a ser el «país políglota, donde cada babe<strong>la</strong>ndense, usando el mismo idioma, <strong>ha</strong>b<strong>la</strong> un lenguaje diferente. Donde <strong>la</strong> comunicación es un tabú perenne: nadie se entiende con nadie...» 123 . Opinión del mismo dictador, el cual <strong>ha</strong> hecho del poder «un negocio», del país «su <strong>ha</strong>cienda», de sus súbditos «peones con cadenas 124 ; un país donde «¡Su pa<strong>la</strong>bra es <strong>la</strong> ley!», el Congreso está formado por «hombres-camaleones» que emiten, en vez de «vocablos polifónicos», «ronquidos peristálticos» 125 . Babe<strong>la</strong>ndia es, en <strong>la</strong> sustancia, el «paraíso de los confundidos y de los incomunicados» 126 . En <strong>la</strong> ocasión de festejar al dictador por <strong>ha</strong>ber escapado tiempo atrás a un atentado, el acto público sube a ofrecérselo un hombre-animal, un buey. Lo que recuerda el papel desarrol<strong>la</strong>do en ocasión semejante por <strong>la</strong> «Lengua de Vaca» en <strong>El</strong> Señor Presidente de Asturias, motivo para denunciar el clima negativo de <strong>la</strong> <strong>dictadura</strong>. Aguilera Malta e<strong>la</strong>bora aun más <strong>la</strong> escena, <strong>ha</strong>sta alcanzar el resultado destructivo que pretende, a través de una animalización completa del personaje. Si comparamos los dos momentos presentes en <strong>la</strong>s distintas nove<strong>la</strong>s vemos <strong>como</strong> <strong>la</strong> «Lengua de Vaca» va hilvanando en <strong>El</strong> Señor Presidente un discurso vacío e incomprensible; en <strong>El</strong> secuestro del General el «buey» que ofrece el 122 Ibi. , p. 30. 123 Ibi. , p. 31. 124 Ibi. , p. 30. 125 Ibi. , p. 10. 126 Ibi. , p. 83. 48
<strong>El</strong> tema de <strong>la</strong> <strong>dictadura</strong> en <strong>la</strong> narrativa del mundo hispánico: (Siglo XX) acto de homenaje al poderoso en realidad no <strong>ha</strong>b<strong>la</strong>, mueve so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong>s mandíbu<strong>la</strong>s <strong>como</strong> si rumiara. La denuncia de <strong>la</strong> perversión de <strong>la</strong>s conciencias debida a <strong>la</strong> <strong>dictadura</strong>, que Asturias realiza valiéndose del lenguaje, <strong>la</strong> obtiene Aguilera Malta a través de <strong>la</strong> mueca grotesca. 49