El Gran Burundún-Burundá ha muerto : la dictadura como
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<strong>El</strong> tema de <strong>la</strong> <strong>dictadura</strong> en <strong>la</strong> narrativa del mundo hispánico: (Siglo XX)<br />
En 1989 Gabriel García Márquez publica <strong>la</strong> nove<strong>la</strong> <strong>El</strong> general en su <strong>la</strong>berinto 194 , volviendo<br />
nuevamente al tema, si no propiamente de <strong>la</strong> <strong>dictadura</strong>, sí del poder, tratando de una figura mítico-<br />
sagrada de <strong>la</strong> historia americana: Simón Bolívar, el Libertador.<br />
Acaso sea demasiado atrevido interpretar <strong>la</strong> nove<strong>la</strong> del escritor colombiano <strong>como</strong> un aporte al tema<br />
de <strong>la</strong> <strong>dictadura</strong>, ya que tiene <strong>como</strong> protagonista a un personaje de tal categoría y de tanta complejidad.<br />
Recuerda, sin embargo, Juan Calviño que para contrarrestar el proliferar de «banderías», de caudillos<br />
y «pequeños tiranos de todas <strong>la</strong>s razas y colores», el Libertador escribía al general Santander que<br />
«so<strong>la</strong>mente un hábil despotismo» hubiera podido gobernar América 195 . Por eso, según el crítico,<br />
Bolívar fue «quizá el primer autócrata ilustrado» 196 . En el Congreso General de Colombia reunido<br />
en <strong>la</strong> Vil<strong>la</strong> del Rosario de Cúcuta, Bolívar <strong>ha</strong>bía advertido: «Un hombre <strong>como</strong> yo es un ciudadano<br />
peligroso en un gobierno popu<strong>la</strong>r; es una amenaza inmediata a <strong>la</strong> soberanía nacional» 197 .<br />
Lo que domina en <strong>El</strong> general en su <strong>la</strong>berinto es el tema del poder, problema que atormenta<br />
a Bolívar en sus años últimos, cuando, después de <strong>ha</strong>berlo ejercitado tanto con absoluto vigor, <strong>ha</strong><br />
decidido improvisamente dejarlo, <strong>ha</strong>stiado por <strong>la</strong>s innumerables intrigas de sus muchos enemigos<br />
y <strong>ha</strong>sta amigos, ofendido por <strong>la</strong> ingratitud y <strong>la</strong>s tentativas mezquinas de oponerse a su autoridad.<br />
Su proyecto político se <strong>ha</strong>bía venido abajo, alcanzada <strong>la</strong> independencia, debido a <strong>la</strong>s ambiciones<br />
particu<strong>la</strong>res y al surgir de un litigioso nacionalismo. Desilusionado y enfermo, Simón Bolívar debía<br />
transcurrir sus últimos días en <strong>la</strong> más profunda amargura y <strong>la</strong> indecisión propia del hombre herido,<br />
que se siente traicionado.<br />
194 G. García Márquez, <strong>El</strong> general en su <strong>la</strong>berinto , Bogotá, La Oveja Negra, 1989.<br />
195 Juan Calviño, Historia, ideología y mito en <strong>la</strong> narrativa hispanoamericana contemporánea ,<br />
Madrid, Ayuso, 1988, p. 15.<br />
196 Ibidem.<br />
197 Simón Bolívar, «Discurso pronunciado por Bolívar el 3 de octubre de 1821, ante el<br />
Congreso General de Colombia reunido en <strong>la</strong> Vil<strong>la</strong> del Rosario de Cúcuta, en el cual manifiesta su<br />
desprendimiento del mando. <strong>El</strong> primer día de paz debe ser el último de su poder», en Escritos del<br />
Libertador , Caracas, 1988, vol. XXI, p. 171 . Proseguía Bolívar : «Yo quiero ser ciudadano, para ser<br />
libre y para que todos lo sean. Prefiero el título de ciudadano al de Libertador, porque éste emana de <strong>la</strong><br />
guerra, aquél emana de <strong>la</strong>s leyes. Cambiadme, Señor, todos mis dictados por el de buen ciudadano».<br />
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