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Santiago Maravatío.
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traían pleito casado.
Eliseo, desprovisto de arma, se sintió impotente ante sus tres rivales que sí andaban muy
bien armados; pero en ese momento vio venir a Jesús y Refugio, sus paisanos, a quienes platicó lo
que le habían hecho; con el apoyo de ellos se dirigió a sus enemigos.
Los de Las Cruces: Carmen, Sacramento y Vicente, cuando los vieron se posesionaron en
la esquina poniente de la parte trasera de la antigua capilla y dieron mano a sus armas, lo mismo
hicieron Jesús y Refugio, Eliseo no traía , se cruzaron los plomazos quedando de inmediato heridos
5, Eliseo sólo sacó un rozón en el labio superior. Se dice que Jesús, también herido, acabó
primeramente con Carmen y Sacramento, siguiendo con Vicente quien le decía: “ No me mates vale,
toma mi pistola…” Y Jesús le contesta: “ Ya sólo tú me faltas ¡hijo de tu… tal por cual ***!; pero ahorita
te voy a mandar a …*** igual que a tus compañeros.” Descargó los proyectiles del cargador de su
pistola sobre el cuerpo de Vicente, quien cayó de inmediato sobre el suelo; igualmente cayó Jesús que
se sostenía únicamente por el impacto de la ira.
Algunos de los soldados de la Defensa Rural de La Leona salieron tiroteando a otros
vecinos de La Lagunilla que andaban por allí; pero que nada tuvieron que ver en el asunto.
Mientras tanto, las autoridades de La Leona, antes que llegaran los dolientes de los 3
muertos de Las Cruces, hicieron rápidamente dos parihuelas o camillas para los dos heridos de La
Lagunilla del Carmen, ya que Eliseo se había ido y así evitar más percances
Para evitar más tragedias, adelantaron a los heridos, cargados en hombros- todavía no
había carretera y servicio de carros – para que pudieran recibir atención médica, ya que los muertos,
muertos estaban y nada se podía hacer por ellos.
Se rumoraba entre los vecinos de La Leona: “ Gran cantidad de personas de La Lagunilla
se quedaron en la loma de El Devisadero; pero no se arrimaron para ayudar a cargar a sus paisanos.
La cosa estaba crítica y no había quien se atreviera por temor a los de Las Cruces.”
El hecho, como quedó dicho, sucedió el día 1º. de enero de 1963 y Jesús Zamora falleció
el día 17 del mismo, lo que hizo suponer que después de 17 días, por ningún motivo debió haberse
muerto, ya estaba sano igual que Refugio Cuna.
Con motivo a este último suceso, corrió el siguiente rumor: “ Que los dolientes de los
muertos de Las Cruces, acudieron a Don Adolfo Ruiz, hombre rico, originario de Las Cruces y
avecindado en Salvatierra y muy influyente, para que aplicara dicha influencia a su favor, con el
Doctor que estaba atendiendo a los heridos, presentando su argumento de la manera siguiente:
Doctor, Jesús Zamora, uno de los heridos del caso de La Leona, es un muchacho muy atrevido y
malvado, cuando salga del hospital, ya sano, les va hacer atrocidades a los vecinos de Las Cruces.
Como malvado y perverso que es no debe vivir, hombres de esta naturaleza son una verdadera lacra
para la sociedad y por lo mismo un grandísimo peligro, para que los queremos, deben desaparecer.
Después que Don Adolfo Ruiz entrevistó al Doctor, éste llamó a una enfermera a quien
entregó una inyección diciendo: “Aplique esta ampolleta al enfermo Jesús Zamora.” La enfermera