2010_CEOCB_monografia Santiago Maravatio.pdf - Inicio

cuando me lleven de comer me dan la comida por ese agujero que está junto a la puerta.
Don Clemente se encerró, se puso a trabajar, cumpliéndole todas sus condiciones, sin
abrirle la puerta como él lo pidió. Después de dos o tres días ya no se oyó rumor de trabajo, la esposa
de Don Lupe le dijo a su esposo: Ya no se oye rumor en el cuarto, ve que ha sucedido, Don Guadalupe
Castillo tuvo que forzar la puerta para poder entrar; pero su primera sorpresa fue que ya no estaba
allí Don Clemente, sólo el trozo del árbol labrado y convertido en un Santo Cristo.
Por haberse llamado Clemente, el Señor que lo labró, se le llamó al Santo Cristo “El
Señor de la Clemencia” a quien allí mismo, en casa de Don Guadalupe Castillo, se reunían las gentes
del barrio para rezarle el Santo Rosario, y allí mismo se le construyó su primera capilla. En el año de
1972 se le reformó su capilla, convirtiéndola en una verdadera Iglesia, donde se venera el Señor de la
Clemencia . Hasta la fecha, familiares de Don Guadalupe Castillo están al cuidado de dicha capilla.”
III.3 Capilla del Barrio de Guadalupe
Iglesias y Monumentos
El señor Alfredo Chávez, Juez de Santiago Maravatío, a quien llamaban Juez de la
Rinconada, por estar establecido en el último rincón del, entonces edificio de la Presidencia
Municipal , concedió el permiso, por escrito, para la fundación y edificación de la capilla del barrio
de Guadalupe, el día 10 de octubre de 1971. Puso la primera piedra el Cura Párroco del lugar, Antonio
Arteaga. El albañil diseñador de la obra fue J. Trinidad Cardoso, quien inició los trabajos y los
continuó; el comité de fundación lo formaron las personas siguientes: J. Trinidad Cardoso, J.
Guadalupe Cardoso, Adeodato Pérez y Agustín Paredes.
La capilla tiene las medidas siguientes: 21 metros de largo por 9.50 m de ancho. El altar es
sencillo, pero bonito, con columnas de estilo corintio y semejanza de tres naves, con columnas de
estilo dórico; cúpula sencilla y pequeña. La torre es pequeña y hermosa, para su construcción
cooperaron muchos vecinos de Santiago Maravatío, radicados en la ciudad de Dallas, Tex. E.U.A. y
otros lugares de Estados Unidos. Las personas que se distinguieron en la organización y cooperación
fueron, entre otras: Job Murillo, Javier Páramo Hurtado, Alfonso Carmona. Job Murillo trajo y
entregó el dinero al Cura Párroco. A los vecinos se les pidió la cantidad de $150.00, unos los dieron
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