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2010_CEOCB_monografia Santiago Maravatio.pdf - Inicio

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Los manantiales eran el grande y el chico o sea el del Huitzache y el del Mezquite a donde<br />

diariamente acudían los vecinos del poblado con sus familias para bañarse, así como de todas las<br />

comunidades aledañas, dado que el agua era termal y muy agradable a las condiciones caloríficas del<br />

organismo humano.<br />

La aforación del agua de estos dos manantiales que distaban unos 25 metros de distancia,<br />

el uno del otro, aproximadamente, formaban un riachuelo continuo de 5 metros de ancho por 1.5 de<br />

profundidad, cubierto de agua que los españoles, a su llegada dieron el nombre de El Tajo por lo que<br />

ellos conocían allá en España. Estas aguas formaban la ciénaga de <strong>Santiago</strong> Maravatío y el resto<br />

contribuía en el mantenimiento de la extensa ciénaga de Yuririhapúndaro desde tiempos<br />

inmemorables.<br />

En el año de 1548, Fr. Diego de Chávez y Alvarado, para combatir la fiebre palúdica que<br />

atacaba y diezmaba a la población de Yuririhapúndaro, viendo que por el este pasaba el río Grande<br />

de Toluca, hoy río Lerma, solicitó la cooperación a los naturales para construir el canal de<br />

Taramatacheo (palabra purépecha formada de taram, barro y atache, alzar o levantar o sea levantar<br />

un bordo de tierra) y así conducir el agua del río hacía la ciénaga de Yuririhapúndaro, terminándose<br />

la obra mencionada en el mes de junio de 1550, fecha en que se abrieron las compuertas y se inicia la<br />

formación de la laguna de Yuririhapúndaro, primera obra hidráulica en América.<br />

(J. Jesús Guzmán Cíntora págs. 20 y 21.)<br />

Estos dos manantiales, el Grande y el Chico o sea el del Huitzache y el del Mezquite que<br />

los geógrafos del estado llaman “ Los Ojos del Municipio “ con su aforación formaban el caudal<br />

continuo que alimentaba el Tajo o arroyo Maravatío o arroyo de Los Sauces que desde tiempos<br />

remotos desembocaba en la ciénaga de Yuririhapúndaro. En tiempos de invierno se veía levantar el<br />

vapor del agua termal por todo el canal o tajo desde muchos kilómetros, de las partes altas de su<br />

alrededor.<br />

La aforación de las aguas de los manantiales no dejaba de extralimitarse, convirtiendo<br />

gran extensión de terreno en verdaderos pantanos, en donde nacían y se desarrollaban los lirios<br />

acuáticos, planta típica y característica del lugar e infinidad de plantas más que aquí tiene su medio o<br />

habitat.<br />

El verdor y colorido de sus flores azul-lilitas del lirio acuático tiñen la preciosa belleza<br />

típica y característica del lugar, que lo distinguía y hacía resaltar la hermosura que a todos hacía<br />

exclamar: “ ¡ Oh precioso lugar, en donde se guarda la preciosa belleza de la naturaleza…! “ Esta vista<br />

panorámica, tan linda, llamaba la atención, recreaba y deleitaba a quienes la contemplaban; de allí<br />

nació el nombre de Maravatío formado por dos vocablos purépechas: Maruati igual a preciosa o<br />

preciosidad y tio en donde se guarda algo o sea Maravatío es igual a donde se guarda la preciosa o<br />

preciosidad de la belleza de la naturaleza.<br />

Las tribus chichimecas nahuatlacas que tuvieron sus correrías por estos rumbos, antes<br />

que los purépechas y una vez iniciando su sedentarismo, lo llamaron Patitlachialoyan (lugar desde<br />

donde se ve lo precioso, en su idioma mexicano o nahuatl), ya que tampoco ellos dejaron de admirar<br />

la belleza de este lugar tan singular. Este nombre se lo dieron porque desde la cima o faldas de las<br />

Antecedentes<br />

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