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Santiago Maravatío.
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terciarias que mucho mal atraían a los vecinos del lugar, propició otra causa para el atraso y
estancamiento de este pueblo.
I.5 Las mesas
Las Mesas de Santiago Maravatío son una prolongación del cerro de Las Palomas que
rodea a Santiago Maravatío por el lado este y sur de la cabecera municipal; están situadas en la parte
suroeste del poblado mencionado. Son unas montañas no muy elevadas con la parte superior muy
plana, razón por la cual reciben el nombre de Las Mesas. En otros tiempos estuvieron pobladas de
una vegetación exuberante, en donde, entre muchos árboles sobresalían los huanumos, nogales de
madera fina, parotas , cicuas, retamas, orozuz o palo dulce, gatuño, palo blanco, huitzaches,
mezquites, yóndiros, cazahuates y otros más de su índole; sin faltar los cactos como nopales,
xoconostles, garambullos, órganos, pitahayos, magueyes y muchos otros de diferentes especies. Al
lado este de Las Mesas, baja el arroyo de la barranca de las campanas de la Virgen, y por el suroeste
del pequeño arroyo del Volantín, el cual llega la curva peligrosa de la carretera, para dirigirse a La
Joyita de Pastores, donde se junta con el caudal temporalero de los arroyos de El Cerro Prieto y El
Dormido que reciben otros afluentes y así desembocar en la Presa de Pastores y servir de regadío a la
planada de Casacuarán de Pastores. La Presa de Pastores fue construida en tiempos de Don Porfirio
Díaz, seguramente, por los dueños de la hacienda de Casacuarán de Pastores.
Las mesas son dos: la grande y la chica y que en realidad la primera es más grande y más
amplia y más alta que la segunda, ya que ésta, por el lado este sirve de escalón para llegar a la cima de
la primera.
En la cumbre de Las Mesas los purépechas construyeron 3 yácatas, dos en la grande y
una en la chica, y otras varias más pequeñas en las faldas abajeñas de dichas Mesas.
El señor Raúl García, en el año de l966, dueño de la Mesa Chica y el señor David Flores
Andrade, Presidente Municipal, cometieron el fatal error de utilizar la piedra de las yácatas en
ademar el canal paralelo a la carretera, partiendo del Zorrillo hacia el este y algunos otros canales del
Ejido y de algunos otros vecinos. La yácata de la Mesa Chica la desaparecieron por completo y a la de
la Mesa Grande le quitaron más de la mitad y posteriormente las acabaron.
Las yácatas eran cetros ceremoniales de los purépechas en donde rendían culto a sus
dioses como Curicaveri, Purecorahua, Cueráperi, Sicuíndere y otros más; allí se reunían las gentes
del pueblo para realizar sus bailables mediante sus danzas a sus dioses y fiestas civiles.
I.6 Los nacimientos o manantiales
Al pie de las mesas de Maravatío aforaban dos manantiales o nacimientos de agua termal
sulfurosa o alcalina que para muchas personas era medicinal, allí acudían de los poblados vecinos
con el fin de bañarse, dizque para curarse de los dolores reumáticos y muchas otras infecciones
cutáneas; tal vez su fe era grande y el agua de los manantiales de Maravatío les realizaba los milagros.
Todos los alrededores de Santiago Maravatío tenían aforaciones de agua termal, razón por la cual,
todo su contorno estaba cubierto por un extenso pantano.