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Santiago Maravatío.
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Los chichimecas eran una tribu nómada muy aguerrida y muy astuta y ladina, atacaban al
enemigo, se retiraban y volvían atacar agarrando desprevenido al adversario; lo sorprendían y
maltrataban; ésta era una técnica muy buena para ellos en sus incursiones bélicas; pero con todas sus
astucias no pudieron sostener el empuje de los purépechas que ya eran sedentarios y bien
organizados. (Paul Kirchoff, Historia Tolteca-Chichimeca)
I.8 Avanzada purépecha
Allá por el año 1425, aproximadamente, fecha en que se expandió el Imperio Purépecha,
al llegar a la Mesas de Maravatío, en sus faldas, encontraron un asentamiento de chichimecas
seminómadas que ya iniciaban vida sedentaria. Los purépechas los atacaron y vencieron
quitándoles todas sus pertenencias, como eran doncellas y demás; apoderándose de su territorio y
haciéndolos huir hacía el norte. Allí se establecieron, nombraron su cacique e iniciaron su nueva vida
en el nuevo terruño, Patitlachialoyan, que ellos llamaron Maravatío después de vencer y hacer huir a
los chichimecas, hacía el norte, ellos se establecieron en su lugar de asentamiento.
Los purépechas permanecieron establecidos en las faldas de las Mesas de Maravatío
hasta la llegada de los españoles a esta región, en donde dejaron infinidad de yácatas. Las yácatas
eran montones de piedras, unas en forma de cono que les servían de vista, y alrededor realizaban sus
danzas en las fiestas a sus dioses; otras eran montones de piedras en forma oblonga, con el centro
parejo; el bordo de piedras era el palco o respaldo para situarse a ver, y el centro parejo era el área o
lugar para danzar y realizar todo tipo de actividades religiosas o cívicas. Los dioses a quienes
rendían culto los purépechas eran: Purecorahua, Curicaveri, Cueráperi, Sicuíndire y Taríacuri.
Tangaxoán II, rey purépecha, nombró cacique de la Mesas de Maravatío a Curuxán
(concursante vencedor) y a su hija Yorahue (la verdugo) para que se hicieran cargo del mencionado
asentamiento. Curuxán recibió a 18 aguerridos y bien armados españoles, con quienes tuvo
tremendas luchas, les mató 5 dejándoles solamente 13. Los 18 españoles eran prisioneros que
sacaron de la cárcel para traerlos a purgar su pena domando a los aborígenes que no era una faena
fácil; no eran unos angelitos, eran puros criminales, los cuales nos heredaron toda su perversidad.
(Andrés Cornejo, vecino de Turicato, Michoacán y conocedor del idioma purépecha, me tradujo las palabras Curuxán y
Yorahue.)
Los purépechas empujaron con la fuerza de sus armas y de su organización a todos los
grupos de etnias chichimecas y demás hacía el norte, dejando sus huellas por todo el Estado de
Guanajuato, ya que todo el Estado de Guanajuato formaba parte del Imperio Purépecha
Michoacano. Los huachichiles (los de la cara pintada en nahuatl) fundaron la ciudad de San Luis
Potosí en la nopalera y posiblemente, más al norte, la Huachichilia. Los huachichiles fue una tribu
chichimeca, del rumbo de Huanímaro y Pénjamo que también fue expulsada por los purépechas.
Los purépechas dejaron sus obras artísticas o yácatas por toda la región de la Frontera
Chichimeca y más al norte; pero sobre todo de los linderos de Acámbaro hacía el poniente.
La ciudad de Guanajuato primeramente fue una aldea ñahñú u otomí llamada Moo-tti
(lugar de metales) lo que indica que fue un asentamiento ñahñú; después llevó el nombre de Pastitla