2010_CEOCB_monografia Santiago Maravatio.pdf - Inicio

El Niño Fidencio, tomó una hoja de rasurar, después de saber el lugar del dolor: hizo la
señal de la primera incisión y cruzándola hizo la segunda y continuó haciendo los ademanes de
extraer algo de donde estaba el dolor, tan luego como terminó sus señalamientos los dolores cesaron
en la jovencita y el alivio fue completo. El Niño Fidencio con esto se dio cuenta que la señorita que le
regaló el sanatorio en la cueva del cerro del Chivo en Acámbaro, no le mintió, que todo era cierto.
La noticia de este hecho se extendió rápidamente por todas partes de la región, y de
dondequiera acudían enfermos para que los curara, cosa que con gusto hacía; de allí en adelante el
dueño de la venta ya no decía que era un trabajador sino que era su hijo.
Esto sucedió en tiempos que era Presidente de la República el Gral. Manuel Ávila
Camacho (1940-1946) quien conoció perfectamente lo sucedido en “El Salto del Diablo” razón por la
cual él siempre que tenía un problema de esa naturaleza acudía al Niño Fidencio.
El Niño Fidencio no es un santo reconocido y autorizado por la Iglesia; pero hace los
milagros que hacen los santos y por tal motivo las gentes lo venera como un verdadero santo. Por
este motivo cada año, en “El Salto del Diablo” el día 20 de octubre, conmemoración de su muerte,
hacen un gran festín.
Este personaje no es de mi municipio, es de un municipio vecino, Yuriria y como sé que
nadie se ha preocupado por el, me da la preocupación de no dejarlo pasar desapercibido, ya que es
muy amplio su reconocimiento.
Tiempos Navideños
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