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Santiago Maravatío.
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Como ya se dijo, los purépechas borraron toda la nomenclatura en los lugares que
dominaron, imponiendo nombres de su propio idioma, desapareciendo los que tenían. Se dice que
esta región estuvo, anteriormente, habitada por etnias nahuatlacas y a Maravatío lo llamaron
Patitlachialoyan que en nahuatl quiere decir: lugar desde donde se ve lo precioso, y en la parte baja,
Chalchiucatzincan: asentamiento verde esmeralda y por lo mismo precioso que es igual a Maravatío
en purépecha.
II.1 Las cuadras
Como es de suponer, en todas las fundaciones, primeramente, con anticipación, se hacía el
trazo de las cuadras para darle continuidad a las calles y estructura a la nueva comunidad.
Don Antonio de Mendoza, primer virrey de la Nueva España, comisionó a Don Alonso de
Sosa, Capitán de la Frontera Chichimeca, para que acompañara a Fr. Alonso de Alvarado y a Fr. Pedro
de Olmos, gran ingeniero este último, para que hiciera los trazos de cuadras y calles del nuevo
pueblo que sería Santiago Maravatío.
Fr. Alonso de Alvarado siguiendo los lineamientos del técnico en esta materia, Fr. Pedro de
Olmos y acompañado, como queda dicho, por Don Alonso de Sosa y Fr. Pedro de Olmos, en
Maravatío, con Don Alonso de Navarrete y otras personas principales de Yuririhapúndaro,
realizaron, con todo cuidado, los trazos de las cuadras, calles y demás de la estructura de Santiago
Maravatío.
Al término de las cuadras y dicha estructura quedaron vacantes 600 varas a los cuatro
vientos, es decir, a los cuatro puntos cardinales, como fundo legal, para seguir satisfaciendo las
necesidades del aumento demográfico del nuevo pueblo.
Santiago Maravatío en la faceta religiosa quedó integrado como una doctrina que poco
después quedó atendida por los frailes agustinos encargados de la Hacienda de San Nicolás de los
Agustinos Tiritzarán, quienes tuvieron un fuerte pleito con los frailes carmelitas descalzos del
convento de San Alberto de Salvatierra, los que hasta sus campanas (de Santiago Maravatío) se
llevaron descolgándolas de los horcones donde estaban suspendidas, junto a la sencilla enramada
que hacía las veces de capilla.
Carlos V, rey de España, recibió una queja de los naturales de Santiago Maravatío en la que
reclaman las tierra adjudicadas por los frailes agustinos y carmelitas que ya regenteaban a
Huatzindeo, y en respuesta ordenaba la devolución de sus tierras y sus campanas a los naturales de
Santiago Maravatío, así como las 600 varas y todas las mercedes que habían recibido en calidad de
pueblo, de esto nada se logró, por sus influencias y respetos.
(J. Jesús Guzmán Cíntora, Efemérides de Yuriria, pág. 13)
El Emperador Carlos V murió el 21 de septiembre de 1558 en el monasterio de Yuste,
habiendo dejado a su hijo Felipe todo el territorio europeo que gobernaba , y a su hermano Fernando
todas las posesiones americanas, para retirarse al dicho monasterio de Yuste en el año de 1556, lo que
indica que ese decreto que el señor Guzmán Cítora anota sin lugar y fecha fue escrito en 1555 o antes,