Unidad 6, Plan de trabajo y gestión con actores claves - RarePlanet

Lección: Miradi como herramienta de gestión adaptable
De la tragedia, las oportunidades
El tsunami de 2004 en Asia destruyó comunidades, pueblos y vidas. Pero, ante la calamidad, a
veces existen oportunidades, un borrón y cuenta nueva- que para bien o para mal, le permite a la
gente comenzar de nuevo. Tras los disturbios del desastre, Tisna Nando, una ambientalista de 35
años de la provincia de Célebes Septentrional de Indonesia, vio esa oportunidad. Como
coordinadora de educación y apreciación en Fauna & Flora International (FFI), una ONG
ambiental del RU, Nando había estado trabajando en los últimos dos años ayudando a la gente de
la provincia de Aceh a crear un mejor futuro aprendiendo a vivir en armonía con su entorno.
“Es difícil hablar acerca de la conservación cuando la gente sigue buscando un lugar dónde vivir”,
dice Nando. “Fue más fácil hablar del ambiente cuando la gente no estaba tan traumatizada”.
Después de todo, ella y un grupo de colegas de FFI trabajan en Calang, un distrito de Aceh donde
la mayor parte de las viviendas y los negocios desaparecieron con el tsunami, donde la mitad de
los habitantes fallecieron, donde los sobrevivientes siguen luchando por ganar el dinero necesario
para poner arroz y pescado en la mesa.
Pero Nando poco a poco se ha ganado la confianza entre las personas del lugar. Después del
tsunami, la prioridad en la agenda era el control de daños. De modo que Nando empezó un
programa contratando a 300 personas que limpiaran los manglares arrancados por las olas y los
reemplazaran con plantas vivas para restaurar el potencial de la costa para la acuacultura de
camarón y jaiba. Se plantaron 25 hectáreas adicionales a lo largo de la costa para servir de
barrera natural contra futuros tsunamis. Ahora, con el regreso a la normalidad de la vida de
pescadores y agricultores, Nando y sus colegas hablan con los residentes, uno por uno, acerca de
los beneficios a largo plazo de conservar su medio ambiente.
A menudo el progreso se mide en pequeñas victorias. Por ejemplo, Nando dice que su grupo
convenció a un funcionario local a abstenerse de abrir un restaurante que presentaba platillos de
aves silvestres del área. Pero también están resolviendo mayores retos. Los bosques de Aceh son
ecológicamente los más diversos de Indonesia, pero el desmonte ha cobrado numerosos daños. FFI
pudo convencer a los líderes de seis comunidades en Aceh que la tala inmoderada estaba
destruyendo su futuro.
En julio, los líderes de las comunidades firmaron un convenio que prohíbe el desmonte de los
bosques en sus distritos. Desde entonces, “el agua es mucho más limpia y no amarilla como antes”,
afirmó Muhib Budin, un líder de ese lugar. Como parte del proyecto, Budin recibió 12.000 árboles
jóvenes de hule por parte de FFI para plantarlos como sustituto de ingresos para la comunidad.
Hashimi, un maderero que antes del tsunami llegó a talar más de 10 árboles al mes para satisfacer
la demanda de madera seumantok de Aceh, también está pensando a largo plazo. “Si plantamos
árboles cerca del lago”, dice, “quizá podríamos aumentar el ecoturismo en Aceh”. Esas son
palabras de esperanza en una isla donde la esperanza es escasa.
Fuente: Time Magazine, 2 de octubre 2006
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