Descargar PDF aquí - Difusión obra María Valtorta
Descargar PDF aquí - Difusión obra María Valtorta
Descargar PDF aquí - Difusión obra María Valtorta
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
139<br />
control... ■ Poco me queda para hablaros...¡y todavía tengo mucho que quisiera deciros!<br />
Llegado al final de esta evangelización mía, me parece como si no hubiera dicho todavía nada, y<br />
que mucho, mucho quede por hacer. Vuestro estado aumenta en Mí esta sensación. ¿Qué diré<br />
entonces? ¿Que no he cumplido bien con mi función?, ¿o que vosotros sois tan duros de<br />
corazón, que para nada ha servido mi <strong>obra</strong>? ¿Dudaré? No. Pongo mi confianza en Dios, y os<br />
pongo a vosotros, mis predilectos, en sus manos. Él completará la <strong>obra</strong> de su Verbo. No soy<br />
como un padre que está a punto de morir y a quien no le queda otra luz más que la<br />
humana; Yo espero en Dios. Y, aun sintiendo en Mí el apremio de daros todos los consejos de<br />
que os veo necesitados, y aun sintiendo que el tiempo huye, voy tranquilo a mi destino. Sé que<br />
sobre las semillas caídas en vosotros está por descender una lluvia, una lluvia que las hará<br />
germinar a todas ellas; y luego vendrá el sol del Paráclito, y las semillas se transformarán en<br />
árboles corpulentos. ■ Muy pronto llegará el príncipe de este mundo, aquel con quien Yo nada<br />
tengo que ver; y, si no hubiera sido por la finalidad de redimiros, no podría nada sobre Mí. Pero<br />
esto sucede para que el mundo sepa que amo al Padre y que le amo hasta la obediencia de<br />
muerte y que por eso hago lo que me ha mandado”.<br />
. ● “Yo soy la verdadera Vid. El sarmiento, separado de la vid, no puede producir<br />
fruto”.- ■ Jesús: “Es hora de marcharnos. Levantaos. Oid las últimas palabras. Yo soy la<br />
verdadera Vid vosotros los sarmientos. El Padre es el agricultor. A todo sarmiento que no<br />
produce fruto el Padre lo corta, y al que produce fruto lo poda para que dé más fruto. Os habéis<br />
ya purificado con mi palabra. Permaneced en Mí, y Yo estaré en vosotros para que lo sigáis<br />
estando. El sarmiento que ha sido separado de la vid no puede producir fruto. De igual modo<br />
vosotros, si no permaneciereis en Mí. Yo soy la Vid y vosotros los sarmientos. El que<br />
permanece unido a Mí, produce muchos frutos; pero si uno se separa, se convierte en rama seca<br />
que se arroja al fuego para que se queme. Porque de no estar unidos a Mí, no podéis producir<br />
fruto alguno. Permaneced, pues, en Mí y que mis palabras queden en vosotros; y luego pedid<br />
cuanto queráis que se os dará. ■ Mi Padre, cuanto más fruto deis y cuanto más discípulos míos<br />
seáis, más glorificado será. Como el Padre me ha amado, así también Yo os he amado.<br />
Permaneced en mi amor que salva. Si me amáis seréis obedientes. La obediencia aumenta el<br />
amor recíproco. No digáis que estoy repitiendo lo mismo. Conozco vuestra debilidad. Quiero<br />
que os salvéis. Os digo estas cosas para que la alegría que os he querido dar esté en vosotros, y<br />
sea completa. ¡Amaos, Amaos! Éste es mi nuevo mandamiento. Amaos unos a otros más de lo<br />
que cada uno se ame a sí mismo (5). El amor del que da su vida por sus amigos es mayor que<br />
cualquier otro. Vosotros sois mis amigos y doy mi vida por vosotros. Haced lo que os he<br />
enseñado y mandado”.<br />
. ● “Si Tú nos has escogido, ¿por qué escogiste a un traidor?”.-Mandamiento del amor.-<br />
“¡Cuántos traidores encontraréis...! ... Porque Yo y el Padre somos una sola Unidad con el<br />
Amor”.- ■ Jesús: “Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor,<br />
mientras que vosotros sabéis lo que Yo hago. Todo lo sabéis acerca de Mí. Me he manifestado a<br />
vosotros, pero no sólo esto, sino que también os he revelado al Padre y al Paráclito y todo lo que<br />
he oído a Dios. No sois vosotros los que os habéis elegido; fui Yo quien os he elegido y os he<br />
elegido para que vayáis entre los pueblos y produzcáis frutos en vosotros y en los corazones de<br />
los evangelizados y vuestro fruto permanezca, y el Padre os conceda lo que pidáis en mi<br />
Nombre. ■ No digáis: «Y entonces si Tú nos has elegido, ¿por qué has elegido a un traidor? Si<br />
todo lo sabes, ¿por qué has hecho esto?». No preguntéis ni siquiera quién sea ése. No es un<br />
hombre. Es Satanás. Se lo dije al amigo fiel (Lázaro) y lo he dejado decir al hijo predilecto<br />
(Juan). Es Satanás. Si Satanás, el eterno comediante, no se hubiera encarnado en cuerpo mortal,<br />
este hombre poseído no hubiera podido escapar a mi poder. He dicho «poseído». No. Es algo<br />
mucho más: es uno que está anulado en Satanás” (6). Santiago de Alfeo pregunta: “¿Por qué, Tú<br />
que has expulsado los demonios no lo libraste de él?”. Jesús: “¿Me lo preguntas, porque<br />
amándome, tienes miedo de ser tú el traidor? No temas”. Los demás discípulos a su vez,<br />
temerosos, preguntan: “¿Entonces yo?”.“¿Yo?”. “¿Yo?”. Jesús les dice: “Callaos. No diré su<br />
nombre. Tengo misericordia, tenedla también vosotros”. Le preguntan: “Pero, ¿por qué no le<br />
venciste? ¿No pudiste?”. Jesús: “Podía. Pero si hubiera impedido a Satanás que se encarnara<br />
para matarme, habría debido exterminar la raza humana antes de su Redención (7). ¿Qué habría<br />
redimido entonces?”. ■ Pedro, cayendo de rodillas ante Jesús y zarandeándole frenéticamente