Descargar PDF aquí - Difusión obra María Valtorta
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habla otro idioma: el de Satán... y me llamáis pecador”.- ■ Judíos: “No hemos nacido de<br />
una prostituta. No somos bastardos. Has dicho, Tú mismo lo has dicho, que el Padre de los<br />
hombres es Dios, y nosotros además somos del Pueblo elegido, y pertenecemos a las castas<br />
distinguidas de este Pueblo. Por tanto, tenemos a Dios como único Padre”. Jesús: “Si<br />
reconocierais a Dios como Padre en espíritu y en verdad, me amaríais, porque Yo procedo y<br />
vengo de Dios; ciertamente no vengo de Mí mismo, sino que es Él el que me ha enviado. Por<br />
eso, si verdaderamente conocierais al Padre, me conoceríais también a Mí como Hijo suyo y<br />
hermano y Salvador vuestro. ¿Pueden los hermanos no reconocerse? ¿Pueden los hijos de<br />
Uno solo no conocer el lenguaje que se habla en la Casa del único Padre? ¿Por qué, entonces,<br />
no comprendéis mi lenguaje y no admitís mis palabras? Porque Yo vengo de Dios y vosotros<br />
no. Vosotros habéis abandonado el hogar paterno y habéis olvidado el rostro y el lenguaje<br />
de Aquel que allí habita. Habéis ido voluntariamente a otras regiones, a otras moradas,<br />
donde reina otro, que no es Dios, y donde se habla otro idioma. Y quien allí reina impone que,<br />
para entrar, uno se haga hijo suyo y le obedezca. Y vosotros lo habéis hecho y seguís<br />
haciéndolo. Vosotros abjuráis, renegáis del Padre Dios para elegiros otro padre. ■ Y éste es<br />
Satanás. Vosotros tenéis como padre al demonio y queréis llevar a cabo lo que él os sugiere. Y<br />
los deseos del demonio son de pecado y violencia, y vosotros los aceptáis. Desde el principio<br />
fue homicida, y no perseveró en la verdad porque él, que se rebeló contra la Verdad, no<br />
puede tener en sí amor a la verdad. Cuando habla, habla como lo que es, o sea, como<br />
mentiroso y tenebroso, porque verdaderamente es mentiroso y ha engendrado y ha dado<br />
nacimiento a la mentira tras haberse fecundado con la soberbia y nutrido con la rebelión.<br />
Toda la concupiscencia está en su seno, y la escupe e inocula para envenenar a las<br />
criaturas. Es el tenebroso, el menospreciador, la rastrera serpiente maldita, es el Oprobio<br />
y el Horror. Desde hace muchos siglos sus <strong>obra</strong>s atormentan al hombre, y las señales y<br />
frutos de ellas están ante las mentes de los hombres. Y, no obstante, a él, que miente y<br />
destruye, le prestáis oídos, mientras que si hablo Yo y digo lo que es verdad y es bueno no<br />
me creéis y ■ me llamáis pecador. ¿Pero quién de entre los muchos que me han conocido,<br />
con odio o amor, puede decir que me ha visto pecar? ¿Quién puede decirlo con verdad?<br />
¿Dónde están las pruebas para convencernos a Mí y a los que creen en Mí de que soy pecador?<br />
¿Contra cuál de los diez mandamientos he faltado? ¿Quién, ante el altar de Dios, puede jurar<br />
que me ha visto violar la Ley y las costumbres, los preceptos, las tradiciones, las oraciones?<br />
¿Quién de entre todos los hombres podrá hacerme enrojecer por haberme convencido, con<br />
pruebas seguras, de pecado? Ninguno puede hacerlo. Ningún hombre y ningún ángel.<br />
Dios grita en el corazón de los hombres: «Es el Inocente». De esto estáis todos<br />
convencidos, y, vosotros que me acusáis, más todavía que estos otros, que vacilan acerca<br />
de quién entre Yo y vosotros tiene razón. Mas sólo el que es de Dios escucha las palabras de<br />
Dios. Vosotros no las aceptáis a pesar de que resuenen en vuestras almas día y noche, y<br />
no las escucháis porque no sois de Dios”. Judíos: “¿Nosotros, nosotros que vivimos para<br />
la Ley y la observamos en sus más insignificantes pormenores para honrar al Altísimo,<br />
no somos de Dios? ¿Y Tú osas decir esto? ¡¡¡Ah!!!”.<br />
* “Ahora vemos que te posee el demonio. Abraham y profetas murieron. ¿Y dices que el<br />
que guarda tu palabra no verá la muerte por los siglos de los siglos?”.- ■ Los judíos<br />
parecen ahogarse del horror, como si fuera un dogal. “¿Y no hemos de decir que eres un endemoniado<br />
y un samaritano?”. Jesús: “No soy ni lo uno ni lo otro, sino que honro a mi Padre,<br />
aunque vosotros lo neguéis para ofenderme. Pero vuestra ofensa no me causa dolor. No<br />
busco mi gloria. Hay quien se preocupa de ella y juzga. Esto os digo a vosotros que me<br />
queréis denigrar. ■ Pero a los que tienen buena voluntad les digo que quien acoja mi palabra,<br />
o ya la haya acogido, y la sepa guardar, no verá la muerte por los siglos de los siglos”. Judíos:<br />
“¡Ah! ¡Ahora vemos claro que por tus labios habla el demonio que te posee! Tú mismo lo has<br />
dicho: «Habla como mentiroso». Lo que acabas de decir es palabra mentirosa, por tanto es<br />
palabra demoníaca. Abraham murió y murieron los profetas. Y dices que el que guarda tu<br />
palabra no verá la muerte por los siglos de los siglos. ¿Entonces Tú no vas a morir?”. Jesús:<br />
“Moriré sólo como Hombre, para resucitar en el tiempo de Gracia pero como Verbo no<br />
moriré. La Palabra es Vida y no muere. Y quien acoge en sí la Palabra tiene en sí la<br />
Vida y no muere para siempre, sino que resucita en Dios porque Yo le resucitaré”. Judíos:<br />
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