La Sabiduría Mágica. Libro III «Mysteria Magica - Ekiria

Denning & Phillips Mysteria Magica 107
Capítulo XXV
Principios del Ceremonial
El ceremonial mágico se puede construir y elaborar en formas de gran sutileza y complejidad,
pero los principios iniciales sobre los que descansa son simples en extremo. Entiéndase, en
primer lugar, que el ceremonial como técnica es una cosa distinta tanto de la meditación como
del mero desear o rezar para que un cierto resultado sobrevenga: la actividad mental del mago
consiste en mover la Luz Astral de cierto modo especial, y para ello hay que coordinar
apropiadamente una serie de actos, movimientos y gestos, e incluso a veces toda una
presentación dramática. Si todos estos recursos se eligen no solo en razón de sus
correspondencias con este o aquel aspecto de la Luz sino también para evocar una respuesta
interna en la psique del operador, su potencia se vera redoblada con ello.
El principio mágico es, en este sentido, “artificial”, y debe su eficacia a dicho artificio. Una
vez más hay que señalar que no son la emoción natural ni la aspiración del mago, cargadas de
su miedo al fracaso o mezcladas con otros compromisos suyos, las que le llevan al éxito. Es
más bien el propio juego del ritual. El propósito del mago no queda sellado dentro de el mismo
(en donde estaría sujeto a todas las fuerzas de negación) sino que dirigido a la realización y
experiencia del rito, mueve las corrientes de lo Astral, las cuales a su vez le ponen en contacto
con las fueras cósmicas que esta buscando.
Antes de considerar en detalle ningún conjunto de actos rituales, es conveniente notar que
tales actos pueden en general clasificarse según los siguientes apartados:
I A) Actos directamente imitativos de un proyecto presentado y que incluyen el resultado
deseado.
I B) Actos que imitan procesos meteorológicos o cósmicos.
II A) Actos dirigidos indirectamente a inducir o a alejar influencias por asociación simbólica o
abusiva.
II B) Representaciones míticas y actos de adoración o apropiación con la intención de ligar el
rito a una fuerza divina específica.
En un ritual concreto pueden estar presentes uno o más (o incluso todos) de tales tipos de
actos rituales, según su complejidad y la evaluación que de la situación haga el mago. La
clasificación de los ritos mágicos según el método que emplean –la que generalmente dan las
diversas autoridades- dota de subgrupos a la tabla anterior. Así,
I A) contiene los aspectos más simples de los ritos de sustitución tales como los que
aparentemente tenían lugar en la magia de caza neolítica, en el uso egipcio de las imágenes
representativas de enemigos a los que se quería subyugar, en los muñecos de la hechicería y
en los ritos mesopotámicos que utilizaban no solo imágenes, sino también animales y seres