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La Sabiduría Mágica. Libro III «Mysteria Magica - Ekiria

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Denning & Phillips Mysteria <strong>Magica</strong> 283<br />

De pie ante el Este, los brazos permanecen aflojados a lo largo del cuerpo (postura de la<br />

vara), observe un momento de recogimiento y silencio.<br />

Adopte algunos instantes la respiración rítmica (4-2-4-2).<br />

Coloque su mano derecha algunos instantes sobre la Tessera, la mano izquierda que se coloca<br />

en el centro del pecho, sobre el esternón (sobre el Orbis Solis). Experimente el vínculo que<br />

comienza a unirlo a nuestra cadena mágica.<br />

Luego relaje sus manos.<br />

- Batería: - o - (hacer sonar la campanilla una vez.)<br />

Hacer la Colocación de las Guardias de Poder, en griego o en hebreo, según el modo<br />

empleado, empezando desde el centro del lugar de trabajo.<br />

Después de la Colocación, permanecer en el centro mirando hacia el Este.<br />

Entonar la Orison de Tiberianus:<br />

Traducción Aurum Solis del latín de Tiberianus, siglo IV. Los atributos divinos se<br />

traducen al griego.<br />

“¡Oh PANKRATES! Reverenciado por las edades celestes. Tu por siempre único entre las<br />

innumerables potencias. Tú a quien nadie puede atribuir número ni tiempo; si hay algún<br />

nombre digno de ti, ¡que sea puesto en palabras ahora!<br />

¡Oh tú, AGNOTOS! Invadido de santa alegría cuando el gran universo tiembla y las<br />

estrelas errante se detienen en sus rápidos cursos! ¡Oh tú ENOS; tú POLLOS! ¡Tú,<br />

ALPHA Y OMEGA, y OMPHALOS del universo! -pero que sobrevivirás al universo,<br />

porque tú, que eres infinito, pondrás fin a la sucesión de las estaciones. Desde la Eternidad tú<br />

dominas sobre los indiferentes destinos del universo material, girando en sus órbitas<br />

inevitables, y sobre las vidas atrapadas en el remolino del tiempo. Tú las traerás de vuelta<br />

para que retornen a la más alta esfera; igual que harás con el mundo, agotado de tanto dar la<br />

vida, de modo que lo que se había perdido volverá con el reflujo de las estaciones.<br />

Quizá tú seas como un rayo de sol fluyente llamada, o como una rapidísima semejanza de<br />

resplandeciente miembros (si es que hacia ti puede el sentido rectamente aspirar en busca de<br />

esa sagrada belleza mediante la que rodeas a las estrellas y abrazas a una al ancho e<br />

inconmensurable éter) de forma que, despidiendo luz de ti mismo, contemplas con ellos todas<br />

las cosas e impeles hacia delante a nuestro Sol y a nuestro día.<br />

Tú eres la raíz de todos los dioses, tú eres la causa de todas las cosas y de sus energías, tú<br />

eres la naturaleza toda, tú eres el dios ENOS y MYRIOS, tú estás lleno con todo el poder<br />

de la generación. De ti nació en un principio la deidad que es este universo, está<br />

resplandeciente casa de dioses y hombres, salpicada de estrellas en juvenil florecimiento; del<br />

cual universo yo te pido que concedas a otro que lo anhela, el conocimiento de la razón, de la<br />

manera y del misterio de su construcción. Dame, ¡Oh PATROS! el que yo pueda conocer<br />

esas venerables causas: mediante qué ordenación de sustancias antes de todo tiempo apilaste<br />

las masas del mundo; y de que luminosidad tú, KYDISTOS, entretejiste el alma, compañera

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