La Sabiduría Mágica. Libro III «Mysteria Magica - Ekiria

Denning & Phillips Mysteria Magica 116
Capítulo XXVII
La Danza como Instrumento de Magia
“De los pasos entrelazados y de las ondulaciones de las manos”
La danza ocupa un lugar preeminente en el estudio del ritual mágico. Si todo acto mágico
constituye un deliberado agitación de la Luz, la danza es un medio par excellence de
conseguirlo. No es que la danza sea un tipo de sofisticación del movimiento ceremonial o, por
lo mismo, del mimo: la danza como medio de expresión es un desarrollo espontáneo cuyos
orígenes hay que buscarlos no sólo en el nombre primitivo sino incluso fuera de la raza
humana.
Muchas criaturas, notablemente del tipo plumífero, tienen su danza de cortejo nupcial;
algunos matadores ejecutan una danza de fascinación de las cuales incluso el rítmico balanceo
de la cobra podría ser un ejemplo; la mangosta entra en combate danzando; los animales
jóvenes de todo tipo ejecutan danzas salvajes de total exhuberancia, y las maravillosas
danzas de comunicación de la abeja son todavía objeto de exacta investigación. El hecho de
que estas formas animales de danza estén totalmente gobernadas por el instinto enfatiza la
estrecha relación que todavía debe existir entre la Nephesh y los movimientos corporales del
baile, aún cuando los bailarines sean seres humanos conscientes intelectualmente de al menos
parte del significado de sus acciones.
Considerando la danza como una actividad humana, encontramos que es en verdad básica a
la raza y que cualquier ocasión señalada se torna una oportunidad para el baile. Los bailes de
galanteo tienen lugar en todo el mundo, las danzas guerreras son un distintivo de muchas
culturas, las procesiones funerarias de Egipto eran acompañadas por bailarines acrobáticos...
ejemplos sin número podrían citarse como ocasiones naturales para el baile.
Todos estos motivos para el baile y sus correspondientes modos tienen un lugar en el presente
estudio porque desde los tiempos más remotos van asociados a intenciones mágicas de una u
otra índole. La danza erótica iba frecuentemente asociada a ritos de fertilidad y de las fuerzas
de la tierra; la danza cósmica o estacional adquiría con frecuencia una interpretación mística
que no poseía intencionalmente. La motivación inicial, sin embargo, no puede haber sido la
única causa del desarrollo de la danza; también ha tenido que jugar su parte el resultado de la
experiencia, cuando un efecto, objetivo o subjetivo, se veía que seguía a la realización de
ciertas danzas en ciertas circunstancias. Por ejemplo, la creación de vibraciones en la Luz por
la acción de un grupo psíquicamente unido compuesto de jóvenes parejas ejecutando
ritualmente acciones eróticas por los campos, en una noche específica cuando la cosecha
estaba germinando, produciría tras un largo período evidencia acumulada de mejores