La Sabiduría Mágica. Libro III «Mysteria Magica - Ekiria

Denning & Phillips Mysteria Magica 272
Capítulo XXXVIII
LAS ARMAS ELEMENTALES
SU CONSTRUCCIÓN
Las cuatro armas elementales son una parte esencial del equipo mágico, ya sea para uso
individual, yo como contribuyentes del equipo necesario de un Templo de la Orden.
Los diseños que se dan aquí -que son los obligatorios como armas culturales de uso oficial en
un Templo de la Aurum Solis- pueden también ser, si el practicante individual lo desea así,
copiados para su propio uso personal. Como alternativa, y siempre que ciertos requisitos
básicos se cumplan, se anima al estudiante, ya sea o no miembro de la Aurum Solis, a que
formule y construya sus propios diseños.
Los requisitos básicos son, primero, el que cada diseño se ajuste al tipo de arma y al Elemento
que pretende significar; segundo, que el que va a usarlos esté mentalmente convencido que
éste es el equipo con el que va a hacer un buen trabajo; y tercero, que haya una cierta
consonancia de formas, tamaños y proporciones, de forma que las cuatro se vea que formen en
verdad un conjunto. El dibujo del Pentáculo debe comprender a los cuatro Elementos
gobernados por la fuerza Solar; el material puede ser madera o cera de abeja. El Cuchillo debe
ser un arma seria con una hoja de acero afilada. La Copa debe ser un tipo de cavidad práctica
para beber: para uso individual, la copa Elemental podría muy bien ser un trabajo original de
cerámica. La Vara Elemental puede tener un sencillo diseño dinámico, o puede sugerir una
verdadera batería de poder, internamente focalizada y aparentemente quiescente; en su uso se
debe emplear el cobre. Ninguna de las armas debe ser sobrecargada de simbolismo.
En este trabajo, tanto en sus aspectos prácticos como en los espirituales, no se debe ir
apresuradamente, aunque tampoco, y una vez empezado, el diseño o la manufactura de un
arma debe abandonarse durante un período apreciable. La intención es que cuando se
considere que se está en el nivel de desarrollo apropiado, se debe empezar a meditar sobre uno
de los Elementos, y luego sobre el arma correspondiente, y debe esta meditación continuarse
hasta que en el ambiente tenga lugar el diseño: hace falta un periodo de relajación, incluso si
se adopta el diseño de la Aurum Solis. (En la enseñanza de la Orden, la manufactura de cada
una de las armas elementales va asociada a un nivel particular de desarrollo personal: en el
contexto de estos libros, tal asociación es imposible.). el proceso completo, desde el principio
del trabajo hasta su compleción, se concibe como una operación afín en si misma a la magia o
a la alquimia. Debe por los tanto constituir una experiencia tanto interna como externa de
gran significación, en la cual el arma es física y psíquicamente asumida como propia por el
operador. Por esta razón, y también porque los estadios necesarios de desarrollo se deben
seguir uno a otro genuinamente y sin forzar, se prescribe que pasen al menos tres meses entre
la compleción de un arma elemental y el comienzo: esto es un mínimo, en el intervalo puede
ser mayor.