La Sabiduría Mágica. Libro III «Mysteria Magica - Ekiria

Denning & Phillips Mysteria Magica 79
5) En una expiración vibra el nombre de Dios.
6) En la siguiente inspiración visualiza un rayo de brillantez descendiendo desde la Corona
Flammae hasta el Orbis Solis, en donde se expande en una esfera radiante de luz doradoamarillenta.
7) En la expiración, vibra por segunda vez el nombre del Dios, y mientras lo hace, visualiza el
rayo de brillantez descendiendo desde el Orbis Solis hasta el centro de los pies, la Instita
Splendens, en donde se expande en una esfera de blancura.
8) Con la siguiente inspiración visualiza una carga de una llama rosáceo-dorado intensa
surgiendo de la Instita Splendens y entrando al Orbis Solis.
9) En la expiración vibra por tercera vez, y poderosamente, el nombre de Dios, asumiendo al
mismo tiempo la forma divina.
Con la Fórmula Deífica, el operador abre la puerta a la culminación de todo el trabajo. Las
vibraciones sucesivas del nombre de la deidad construyen una tremenda y sublime fuerza, la
cual, en combinación con la adopción de la forma divina en el último paso de la Fórmula
Deífica, precipita la experiencia de la identificación con una exaltación que barre y reubica la
conciencia-identidad personal del operador. Este percibe, sabe, tiene poder, como un dios: no
como el mismo deificado, ni como podría decirse de la divinidad en general, sino como la
concreta y gloriosa deidad de su adoración. Es justamente la presencia, el carácter y la misma
naturaleza de dicha deidad lo que –durante más o menos tiempo, según los casos- el
experimenta desde dentro.
Una vez de vuelta a su conciencia ordinaria, el operador hace el Despertar de las Ciudadelas
(1 a Fórmula Clavis Rei Primae)
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Este trabajo culminado con éxito confiere el poder mágico de identificarse con el Dios. En
subsiguientes ocasiones, el operador será capaz de llevar a cabo la identificación mediante la
Fórmula Deífica sin la recapitulación del trabajo indicado en las secciones previas; pero
siempre debe preservarse una aproximación reverente. El Despertar de las Ciudadelas debe
siempre hacerse tras la vuelta a la conciencia ordinaria.