La Sabiduría Mágica. Libro III «Mysteria Magica - Ekiria

Denning & Phillips Mysteria Magica 211
Los Buenos Ministros de los Éteres
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Guardianes del Alambique de Sangre vestidos de Arcos Iris.
Tu sangre y la vuestra, ¡Oh asesinados de la tierra! , tu sangre y la vuestra, ¡Oh
sufrientes!, está en el alambique. Pero, ¡mirad! Disminuye hora tras hora porque la
llama está aplicada debajo y el espíritu se eleva de ella. ¡Regocijaos ahora con sus
guardianes! Ayudaran en todas las obras de celebración, y en las que buscan
entendimiento, coraje y alegría de espíritu.
Los que Moran en el Lago de los Zafiros.
Habitan en perfecta armonía y unidad y en la más sincera verdad. Pálidos son y de
bella forma, y en su negro cabello entrelazan, por así decir, guirnaldas de cañas azul
claro. Tejen todo lo que pueden y cuidaran de toda obra de integración.
Las Amatistas revestidas de Fuego que adornan el Norte.
Ahora como el rayo ahora como la húmeda lluvia, así son cuando bailan su música es
como de címbalos sonando a una gran distancia. Ayudarán en los ritos para inspirar a
los seguidores de la Obra, para disipar la oposición, para ganar aliados: pero que no se
invoquen para ganar amor hacia uno mismo.
Señores de la Llanura de Crisolita.
Festejando con alegría, con música y buen humor, así se los ve, a ellos que son todos de
aspecto humano. Oyen y conocen cosas extrañas y lejanas, así como los pensamientos
de los hombres. Bajo su dominio están los trabajos de consagración y la construcción
del Vinculo Mágico. También las operaciones que inauguran una nueva empresa para
influir a otros.
Las Iras del Monte de los Olivos, Capitanes de las Ruina.
Se oyen como gigantes, vastos de forma y lentos de movimiento. Pero con rapidez oyen
cuando alguien pide su ayuda si durante tres noches sucesivas antes de la del rito toma
aceite de oliva, lo mezcla con arena de una playa marina y macera en ello hojas de
corregüela: y todo ello lo quema, y flumiga así su lugar de trabajo en la décima hora de
la noche. Su ayuda es de gran eficacia en todas las operaciones efectuadas para
preservar una continuidad en condiciones de cambio, para perpetuar una tradición,
para mitigar los efectos de la vicisitud o para promover la lealtad.
Habitantes de la Ciudad Hipóstila.
Tienen sus moradas sobre una colina en forma de cono y construida desde la base
hasta la cumbre sobre una ancha terraza en espiral. Cada vuelta de ésta es de la
misma especie, y cada lado difiere de los demás: así se mueven a pie los Habitantes
por ende la variedad o se mueven volando hacia arriba o hacia abajo en un solo aspecto.
Acude a estos peregrinos alados en un rito para un viaje productivo, ya sea física o
astral, o si el arte de la bilocación es tu meta.