La Sabiduría Mágica. Libro III «Mysteria Magica - Ekiria

Denning & Phillips Mysteria Magica 286
“Contigo sea, ¡Oh Disco!, la bendición de aquel cuya ley dirige a los santos,
la bendición de aquel que reina sin principio ni fin:
contigo sea, como una luz purísima, la bendición del Altísimo.”
Levantar ligeramente las manos de sobre el Disco, pero mantenerlas en la misma posición
mientras se entona:
“en el nombre de éste tu Dios, dígnate dotar a este Disco con la siempre fiel estabilidad de la
Tierra para que así esté en armonía total con esas Regiones Astrales en las que va a tener
autoridad.
En donde el útero ceñido de éter concibe a su multitud en la oscuridad silenciosa!, confiere a
este Disco la constancia y la fertilidad de la Tierra Elemental, para que en las obras en las
que participe, lo semejante produzca a lo semejante y el efecto correspondiente siga a la
debida causa, y que la bendición del crecimiento y de la abundancia recaiga sobre todo.”
Retirar las manos.
Con la mano derecha, trazar sobre el Disco, primero el sigilo del nombre Atzilútico empleado
en la invocación anterior, y luego el del nombre Briático, vibrando en cada caso el nombre al
tiempo que se traza el sigilo. (Usar para este fin el presigillum del Elemento Tierra y Obtener
la línea sigílica del Kamea de Malkuth.)
Proyectar sobre el Disco por medio de la Fòrmula de Orante.
Dar con los nudillos un único golpe sobre el Bomos.
Asir el Frasco de Aceite con la mano izquierda y tomar aceite con la yema del pulgar derecho.
Dejar el Frasco. Asir ahora el Disco con la mano izquierda y ungirlo sobre el espesor de su
circunferencia más allá de la punta de cada uno de los cuatro rayos largos.
Dejar el Disco sobre el Bomos.
Extender la mano izquierda sobre la superficie del Disco y hacer descansar la mano derecha
sobre el Pentáculo de la Quintaesencia, mientras se dice lo siguiente:
“Mora entre las estrellas, ¡Oh Disco!, pero se establecido en la Tierra.”
Llevar la mano izquierda a tocar la mano derecha sobre el Pentáculo y luego extender
simultáneamente ambas manos para asir el Disco. El Disco se sostiene ahora verticalmente
con ambas manos al nivel del centro del Corazón, con la cara dibujada hacia el Pentáculo.
En esa posición, mirar hacia el Norte durante unos instantes.