La Sabiduría Mágica. Libro III «Mysteria Magica - Ekiria

Denning & Phillips Mysteria Magica 208
puede ser completa y armoniosamente asimilado en la resolución del trabajo, sin que se torne
salvaje como un residuo inasimilable (volviéndose así Goética) o en contra de la operación
misma. Nunca debe intentarse esta invocación si existe la menos duda acerca de la sabiduría
de la misma. (Hay que hacer notar que se puede presentar una mejor ocasión para la
invocación de un Rey en las circunstancias mucho más favorables de la invocación de las
fuerzas del Liber Scientiae: ver la parte IV a continuación.)
La invocación del Rey, cuando se estime necesaria, debe seguir a la Fórmula Angélica y a la
Declaración Imperativa, y sólo debe hacerse una vez. Si la operación no es exclusivamente
Enochiana 8empleando quizás nombres hebreos asociados con los Elementos), los nombres de
otros sistemas no deben remplazar a parte alguna de la Jerarquía Enochiana, siendo pues
adicionales a la misma.
A continuación se dan las invocaciones de las Grandes Reyes Elementales que son los
acostumbrados en la Aurum Solis. Al recitarlas no hay que añadir verbalmente nada; ni
tampoco la mente del operador se dirige al propósito del rito, sino entera y simplemente a la
invocación misma. Los textos en latín son los de la Vulgata. Sus traducciones se han dado
(en el mismo orden), en la parte II.
Para hacer una invocación el operador encara hacia el punto cardinal del Elemento de la
operación. Delante de él, sobre el Bomos, está expuesta la Tablilla correspondiente con los
Caracteres hacia arriba. Poniendo los dedos de las manos izquierda sobre el Carácter de la
Tablilla, levanta la mano derecha hasta colocarla a unos 20 cm. de los ojos, como para
protegerlos, con la palma vuela hacia fuera. En esa postura vibra la invocación.
(Aire)
¡Oh poderoso Príncipe!, ¡majestuoso Gobernador de la Atalaya Oriental del Universo!,
contémplame y contempla al Primer Sello sobre el que mi mano está puesta.
ET VIDE ET ECCE EQUUS ALBUS, ET QUI SEDABAT SUPER ILLUM HABEBAT ARCUM,
ET DATA EST EI CORONA, ET EXIVIT VINCENS UT VINCERET.
(Tierra)
¡Oh poderoso Príncipe!, ¡majestuoso Gobernador de la Atalaya Boreal del Universo!,
contémplame y contempla al Segundo Sello sobre el que mi mano está puesta.
ET EXIVIT ALIUS EQUUS RUFUS: ET QUI SEDEBAT SUPER ILLUM, DATUS EST EI UT
SUMERET PACEM DE TERRA, ET UT INVICEM SE INTERFICIANT, ET DATUS EI
GLADIUS MAGNUS.
(Agua)
¡Oh poderoso Príncipe!, ¡majestuoso Gobernador de la Atalaya Occidental del Universo!,
contémplame y contempla al Tercer Sello sobre el que mi mano está puesta.