Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook
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BAR MATRIOSHKA y <strong>otras</strong> <strong>historias</strong> Alexis López Vidal<br />
<br />
El General Igualada ordenó regresar a Ahuaquechec, si bien<br />
la noticia de la masacre corrió mucho más rauda.<br />
114<br />
VIII<br />
La víspera del nacimiento de su primer heredero legítimo, el<br />
General Igualada había sufrido un nuevo revés político al recibir<br />
noticias de que el minoritario grupo de insurgentes que había<br />
sobrevivido amparándose en la selva del Poracona a su toma del<br />
poder, ahora recibía un apoyo mayoritario por parte del campesinado.<br />
El desamparo mostrado en el caos ocasionado por el terremoto y la<br />
masacre de San Miguel de Caabá habían provocado una respuesta<br />
masiva. A Igualada sólo le quedaba el consuelo de ver satisfechas las<br />
ansias del espectro paterno, aparentemente cumplidas la madrugada<br />
del 23 de Marzo de 1921 4 en que la Cinchona alumbró un vigoroso<br />
varón. El nacimiento vino acompasado por los gritos de dolor de la<br />
madre, el llanto primerizo del niño y el alarido de horror de José<br />
Eulogio Doroteo Igualada cuando contempló al aborrecible<br />
ectoplasma de su padre plantado frente al lecho en que aconteció el<br />
alumbramiento.<br />
Toda vez que el libertador hizo ademán de visitar a su<br />
heredero, se enfrentaba a la mirada de desprecio del espectro, en cuya<br />
compañía siempre se encontraba el infante. Enloquecido, Igualada se<br />
encerró en sus aposentos con orden taxativa de mantener al pequeño<br />
varón, que ya antes de nacer había recibido el nombre de Martín,<br />
como su fantasmal abuelo, lo más alejado posible de él mismo. Se<br />
alejó por completo de toda labor de gobierno, y en más de una<br />
ocasión profirió vehementes mordiscos a quienes se aventuraban en<br />
su habitación con el objeto de comprobar que eran de naturaleza<br />
corpórea. Como es sabido, tres años después, la insurgencia contra<br />
Igualada alcanzaba Ahuaquechec y la horca de Ishpingo puso fin a la<br />
vida de la flor de Jaraguay; las últimas, enigmáticas y archiconocidas<br />
palabras del libertador fueron: “¡Esos ojos! ¡Esos ojos!”.<br />
4 El 23 de Marzo se celebra en Jaraguay la Fiesta de<br />
la Nación, elegida esta fecha para conmemoración tan<br />
señalada por ser el aniversario de su dirigente más destacado,