Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook
Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook
Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
BAR MATRIOSHKA y <strong>otras</strong> <strong>historias</strong> Alexis López Vidal<br />
<br />
El sol había alcanzado el cenit cuando Eendara divisó su<br />
presa, muy cerca de la orilla de Gunaal. Sentía cómo su corazón<br />
palpitaba en su pecho, nítida y vigorosamente. Se haría digno de la<br />
herencia de su abuelo y de su padre, se dijo, aún consciente de que<br />
acometer aquella lucha era poco más que un suicidio. Aferró con las<br />
dos manos la lanza y prorrumpió en un rugido que le sonó extraño,<br />
como si <strong>otras</strong> voces además de la suya se hubieran unido al grito que<br />
expelió su garganta.<br />
El mamut se giró presa del sobresalto y sus poderosas patas<br />
resbalaron en el deslizante margen de Gunaal. Se lastimó la pelvis y<br />
una de sus patas. Eendara percibió que sus posibilidades aumentaban.<br />
En cualquier caso, había dejado de ser un niño.<br />
146<br />
VI<br />
Ahora<br />
Armando se encaminó al atril con andar desgarbado, con sus<br />
vaqueros raídos y la parte de atrás de la camisa mal planchada. Nadie<br />
diría que era el ponente estrella. Se aclaró levemente la garganta y se<br />
recolocó las gafas.<br />
Magdalena estaba sentada en una de las primeras filas de<br />
asientos del paraninfo, y aguardaba con impaciencia el momento en<br />
que comenzara la conferencia. Habían trabajado mucho en las últimas<br />
dos semanas, recopilando el material y preparando el nuevo texto.<br />
Pero sabía que había merecido la pena.<br />
- Buenos días a todos – enunció Armando – sé que hoy<br />
debería hablarles de un tema distinto pero… si me lo permiten, voy a<br />
narrarles la historia de un cazador. De un cazador muy valiente.