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Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook

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BAR MATRIOSHKA y <strong>otras</strong> <strong>historias</strong> Alexis López Vidal<br />

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residuos radiactivos al CTRE. Y se han mostrado muy sorprendidos al<br />

cotejar las firmas. Parece que la de su hermano tiene visos de no ser<br />

para nada auténtica.<br />

- Es usted un cretino, señor Delgado. En el supuesto de que<br />

eso se demostrara, ¿qué me importaría? No sería tan grave. Eso no<br />

demuestra que yo matara a mi hermano.<br />

- Digamos, señor Gimeno, que fuentes de primera mano le<br />

señalan como el autor. Y en este momento estoy en situación de<br />

demostrar los motivos. Me han informado de que su empresa no<br />

cumple los requisitos necesarios para la fabricación de este tipo de<br />

contenedores; al menos no para que resistan más allá de unos pocos<br />

cientos de años. A no ser que hubieran realizado una cuantiosa<br />

inversión en maquinaria, algo a lo que su hermano se negaba y que,<br />

aparentemente, no se ha hecho. Es una buena razón para quitar a su<br />

hermano de en medio. Le acusarán de estafa, fraude y asesinato.<br />

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5<br />

- Para ahorrarle conjeturas le diré que esa cuenta no existe,<br />

señor Delgado – admitió el ectoplasma – lo siento, pero ¡necesitaba su<br />

ayuda! Siéntase orgulloso, ha evitado que se almacenara material<br />

nocivo en recipientes inadecuados. Ha salvado la vida de muchas<br />

personas. Es usted… ¡un héroe! – todas las luces del reducido<br />

despacho parpadearon cuando la voz sibilante del espectro pronunció<br />

esa última palabra.<br />

- Orinaré en las flores de su tumba, señor Gimeno – advirtió<br />

Delgado con gesto de fastidio. Ya sabía que trabajar para este tipo de<br />

clientes nunca era sencillo. A veces resultan unos morosos. ¿Y qué<br />

puede hacer entonces un detective psíquico? Farfullar mientras se<br />

cepilla los dientes en un cuarto de baño de luces parpadeantes.

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