13.05.2013 Views

Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook

Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook

Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

BAR MATRIOSHKA y <strong>otras</strong> <strong>historias</strong> Alexis López Vidal<br />

<br />

- Señorita Claramunt, de eso se trata… ¡a todo el mundo le ha<br />

parecido que la difunta señora Céspedes estaba encantada de haberse<br />

muerto! Menudo desconsuelo para su viudo, menudo desconsuelo…<br />

Me disculpé con el señor Llorens y prometí tener en cuenta mi<br />

error la próxima vez.<br />

3<br />

La próxima vez se llamaba Herminio Grau, un empresario<br />

textil demasiado aficionado al vermú seco. Recuerdo su figura<br />

alargada y macilenta, y aunque en aquella ocasión tampoco sentí<br />

aversión he de añadir que no me provocó simpatía. Supuse que los<br />

muertos, como los vivos, congenian con unas personas sí y con <strong>otras</strong><br />

no. Advertida del reciente fiasco, me limité a arreglar y peinar el<br />

escaso cabello y a aplicar un poco de sombra de ojos. No había<br />

transcurrido ni una hora desde que dio comienzo el velatorio cuando<br />

recibí una nueva llamada del señor Llorens.<br />

- Señorita Claramunt… - dijo el señor Llorens meneando la<br />

cabeza. No me pareció una señal muy halagüeña - ¿sabe que es esto?<br />

El señor Llorens exhibía una hoja de papel en su mano<br />

derecha, haciéndola ondear frente a mí con mohín adusto. Y de<br />

nuevo, el dilema. ¿Debía responder o no?<br />

- ¡No me responda, señorita Claramunt, no me responda!<br />

No le respondí.<br />

- …una nueva hoja de reclamación. Eso es. ¿Sabe usted que<br />

ha hecho llorar a la nieta del difunto señor Grau…? ¡de miedo!<br />

- Con respecto a eso, señor Llorens, si me lo permite, no creo<br />

que un velatorio sea el lugar apropiado para una niña…<br />

El señor Llorens se encendió como un volcán y abrió sus ojos<br />

tanto que temí que ya no me viera, que estuviera viendo a través de<br />

<br />

71

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!