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Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook

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BAR MATRIOSHKA y <strong>otras</strong> <strong>historias</strong> Alexis López Vidal<br />

<br />

Ascender al exterior es otra suerte de descenso, supone ser<br />

vomitado por la pared de roca y engullido por una ciénaga de<br />

tabernas de mala muerte y lupanares.<br />

Con la torpeza propia de unos dedos inexpertos recorre el<br />

cuerpo mil veces transitado de una chiquilla despabilada a destiempo.<br />

La estancia es sórdida. Su piel no es fragante, destila el poso de otros<br />

cuerpos que han vampirizado su ternura de cartón piedra y lo han<br />

dejado a cambio - como un excreción -.<br />

Los besos, de sabor adusto por el polvo del carbón, y los<br />

abrazos, encallecidos a fuerza de deslomarse como un potro<br />

avejentado antes de tiempo, animan un alma que yace escondida tras<br />

los pulmones negros. El hombre estrecha a la joven entre sus brazos y<br />

musita, con el nerviosismo de un niño y la aridez del ladrido de un<br />

perro abandonado, palabras de amor.<br />

La muchacha le dirige sus ojos de aguamarina. Le acaricia la<br />

mejilla hirsuta. Se separa de su pecho ansioso.<br />

– Algún día… - le responde.<br />

IV<br />

VEJEZ<br />

Teme a la vejez, pues nunca viene sola.<br />

Platón (427 AC-347 AC) Filósofo griego.<br />

Una enfermera recorre el pasillo sembrado de habitaciones.<br />

Algunas puertas abiertas dejan entrever la similitud del mobiliario, de<br />

sus ocupantes y de sus dramas. Hombres y mujeres se aferran con<br />

desesperación a la vida agarrándose a las sábanas de su cama, como<br />

niños que se cubren para evadir los terrores de su armario o como si<br />

las anudaran para escapar de un pozo del que ya se sienten presos.<br />

Ninguno repara en que dormitan cubiertos por sus mortajas.<br />

El viejo exhala su último aliento en el aislamiento de una<br />

habitación de ventanas enrejadas, de biblia en el cajón de una<br />

pequeña cómoda, de lámpara de bombilla macilenta. Muere<br />

sintiéndose solo, con una promesa lejana en los labios. «…algún<br />

<br />

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