Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook
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BAR MATRIOSHKA y <strong>otras</strong> <strong>historias</strong> Alexis López Vidal<br />
<br />
conducía hasta el peor de los lugares. Sacó la llave del contacto<br />
cuando comenzaron a caer las primeras gotas. No había vuelta a atrás.<br />
Jaume se internó en el cementerio a pesar de la lluvia.<br />
Los recuerdos del funeral de Marc se hacían más vívidos con<br />
cada paso que le acercaba hasta su tumba. Y aún más. La lluvia le<br />
retrotraía hasta su muerte. A una carretera cercada por la lluvia y la<br />
catástrofe. Y sus manos en el volante, incapaces de controlar el súbito<br />
descontrol del vehículo. Y Marc pulverizando la luna delantera, ambos<br />
deshechos en diminutos fragmentos cuajados de sangre.<br />
- Marc Llorens… - Jaume sintió una punzada de dolor cuando<br />
se halló frente a la lápida – 1999-2007 – las lágrimas se<br />
entremezclaban con el agua de lluvia resbalando por sus mejillas –<br />
Amado hijo.<br />
210<br />
- No lo permitas…<br />
La voz de Marc. Jaume sentía el camposanto girando<br />
frenéticamente en torno a sí. La fosa de Marc todavía abierta. Marc<br />
sepultado bajo cientos de serpientes, estirando sus pequeños brazos<br />
desde el fondo. E Isabel al pie de la sepultura, acariciando con mimo<br />
el pequeño huevo que palpitaba con un ritmo grotesco en sus<br />
entrañas. El huevo de la serpiente.<br />
- Nuestro huevo… - susurraba Isabel mientras su hijo muerto<br />
era sepultado por una miríada de víboras.<br />
- ¡No lo permitas! – gritó con un ímpetu descarnado el<br />
cadáver de Marc antes de ser finalmente engullido bajo la mole<br />
escamosa y sibilante.<br />
Isabel había comenzado a recitar una letanía extraña,<br />
atrapada en un éxtasis que concatenaba sus gestos desfigurando sus<br />
rasgos. Su piel había adquirido un brillo cobrizo y el iris de sus ojos<br />
reflejaba el crepitar de una llama antigua. Pagana.