Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook
Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook
Bar-Matrioshka-y-otras-historias_ebook
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
BAR MATRIOSHKA y <strong>otras</strong> <strong>historias</strong> Alexis López Vidal<br />
<br />
soterrar a los difuntos bajo los escasos bananeros de la deforestada<br />
selva.<br />
Benedito Siqueira guarda silencio unos instantes, tratando de<br />
hallar una solución plausible al problema como el ventilador se<br />
esfuerza inutilmente por remover un aire denso y ardiente como un<br />
baño de aceite hirviendo.<br />
- Tome nota de esto, Mourinho – solicita Siqueira de<br />
improviso. Su subalterno se marcha y regresa al instante con una<br />
libretilla, un bolígrafo y actitud solícita – que nadie más se muera antes<br />
de tiempo.<br />
Los ojos aceitunados de Mourinho se ensanchan tras los<br />
lentes como la boca de un pez sapo. Redacta la orden con pulso firme,<br />
pero le tiembla el ánimo. Antes de marcharse a hacer público el edicto<br />
hace acopio de arrestos y dispara a la frente de Siqueira el dardo de<br />
una pregunta inoportuna con la voz temerosa de un niño extraviado.<br />
- Prefeito, señor, ¿cómo va el pueblo a acatar esta ordenanza?<br />
La muerte es ley de vida, y ante esa ley no hay más leyes que ésa...<br />
Benedito Siqueira inhala el aire seco del despacho y lo<br />
devuelve con un bufido lento, de res vieja.<br />
- Tienen permiso para morirse los muy ancianos, porque es su<br />
hora, y porque el cuerpo les ha encogido. Y los muy niños, porque<br />
aún no han vivido, y son santos, y pequeños. A los unos y a los otros<br />
los acomodaremos en compañía de sus allegados difuntos, que para el<br />
caso no habrán de protestar. Para el resto...<br />
64<br />
- ¿Para el resto...? – quiere saber Mourinho.<br />
- Para el resto queda terminantemente prohibido morirse<br />
hasta nuevo aviso. Quedan restringidos los oficios peligrosos;<br />
cazadores de cocodrilos, pescadores de pirañas a pulmón libre y<br />
prestamistas cesarán sus actividades de inmediato. Y habrá pena de<br />
cárcel para los familiares de quienes no se cuiden, que no velen de sus<br />
enfermos o no presten las debidas atenciones a sus parientes.