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JAVIER ECHEVARRÍA - OpenDrive

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Javier Echeverría EUCARISTÍA Y VIDA CRISTIANA<br />

dencia a su amor, en realidad sólo entrega y ofrece. Lo que<br />

nos exige, no lo quiere porque carezca de algo; manifiesta<br />

sólo la condición —que Él conoce— que existe en nosotros<br />

para poder recibir sus dones: la obediencia, la humildad, la<br />

buena disposición, la colaboración de nuestra libertad expre-<br />

sada en ocasiones con gestos mínimos.<br />

Nos acecha a todos, al menos en cierta medida y en algu-<br />

nas ocasiones, la tentación de exagerar y malentender al Se-<br />

ñor cuando nos «pide» algo, como aquel siervo «malo y pere-<br />

zoso» de la parábola, que reprochaba a su amo la severidad y<br />

la avaricia de recoger donde no sembraba (cfr. Mt 25, 24-26).<br />

A veces, incluso miramos a Dios como, ¡demasiado exigente!<br />

No comprendemos en esos momentos que lo que considera-<br />

mos requerimiento suyo significa simplemente amor, un<br />

amor fuerte como la muerte, un amor celoso: quiere el Señor<br />

que le amemos de verdad, sin reduccionismos, sin cálculos,<br />

porque en amarle a Él está nuestra felicidad; y que amemos a<br />

los demás de veras, sin acepción de personas, sin rodeos de<br />

ningún tipo. Por eso, cuando Dios señala la unidad e indiso-<br />

lubilidad de la alianza matrimonial, no está actuando como<br />

un Legislador arbitrario, sino como un Padre que enseña a<br />

sus hijos a amar. Dios sabe que el amor matrimonial es ca-<br />

mino y fuente de felicidad sólo si se mantiene fiel y lleva leal-<br />

mente consigo la apertura a la fecundidad.<br />

La alianza matrimonial, expresión de fe y de amor<br />

La consideración de la alianza de Dios con los hombres<br />

remite al designio divino de introducirnos en su intimidad,<br />

de hacernos participar en su Vida. Y, para esto, ha decidido<br />

empezar Él por participar en la nuestra: unir una y otra vida,<br />

la de hombre y la de Dios, en la Persona de su Hijo. Ha to-<br />

mado nuestra naturaleza para entregar después la suya a quienes<br />

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