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Javier Echeverría EUCARISTÍA Y VIDA CRISTIANA<br />
el propósito y el don que provienen de la persona amada.<br />
Por amor se ofrece una palabra, por amor se acepta esa palabra.<br />
La falta de amor conduce a la falta de comunicación y de<br />
comunión, como en la confusión de Babel (cfr. Gn 11, 1-9):<br />
la separación, el alejamiento, la dispersión, la soberbia que<br />
no busca al otro y se encierra en el propio mundo, el orgullo<br />
que no acepta la palabra y el afecto del prójimo. «Según la<br />
narración de los hechos de Babel, la consecuencia del pecado<br />
es la desunión de la familia humana, ya iniciada con el primer<br />
pecado, y que llega ahora al extremo en su forma social» 10 .<br />
Por el contrario, Pentecostés, la irrupción del Espíritu Santo<br />
en la historia como fruto de la Cruz, proclama la fiesta de la<br />
palabra comunicada y creída, la comprensión de las lenguas<br />
que arden de amor, la reunión de pueblos y razas distintos en<br />
una misma familia, en una sola casa. La venida del Amor di-<br />
vino al mundo supone la victoria definitiva —aunque toda-<br />
vía no completada— sobre la incomprensión mutua, el aisla-<br />
miento en sí mismo, la distinción de clases y castas y linajes.<br />
Entonces la humanidad empezó a quererse con el amor de<br />
Dios, sin rebajas. Y nació el apostolado cristiano: Pedro ha-<br />
bló de Jesús crucificado y resucitado a los presentes, y éstos<br />
acogieron la Palabra y fueron bautizados. Pentecostés es la<br />
fiesta de la unidad de todos los hijos de Dios en Cristo, de<br />
los que llaman Padre a Dios por la fuerza del Amor del Padre<br />
y del Hijo.<br />
Jesús viene a nosotros como el Maestro y el Modelo, des-<br />
ciende con el Amor el Paráclito. Sin el fuego de ese Amor<br />
que irrumpe como viento impetuoso en el alma de los hom-<br />
bres y los zarandea moviéndolos a predicar a Cristo, la pereza<br />
y la desidia paralizarían las mejores fuerzas y los discípulos<br />
no harían conocer al Maestro, no empujarían a otros a imitar<br />
10 Juan Pablo II, Exhort. apost. Reconciliatio et Panitentia., 2-XII-1984, n. 15.<br />
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