You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Javier Echeverría EUCARISTÍA Y VIDA CRISTIANA<br />
plena identificación con la Voluntad de Dios, que causa la paz<br />
del cristiano, avanza íntimamente relacionada con su partici-<br />
pación en la Filiación divina de Jesús. La conducta filial de<br />
Cristo se manifestaba en obras de obediencia y unión a Dios<br />
Padre. La relación filial de Jesús con su Padre contenía una rela-<br />
ción de constante referencia, de mutuo mirarse unificante, que<br />
se reflejaba en todo su comportamiento. La voluntad de su<br />
Padre le movía en todo momento y motivaba radicalmente sus<br />
acciones: «Mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino<br />
la Voluntad del que me ha enviado» (Jn 5, 30).<br />
Esta segunda respuesta pone de relieve que los hijos de<br />
Dios son pacíficos porque obedecen a su Padre, se identifi-<br />
can con lo que Él quiere; saben que «todo concurre al bien<br />
de los que le aman» (Rm 8, 28); por eso, todo cuanto sucede<br />
les sirve para acrecentar su amor a Dios y a los demás por<br />
Dios; y lo desean, precisamente porque a eso apunta la Vo-<br />
luntad divina.<br />
Las dos respuestas son conciliables; resaltan aspectos com-<br />
plementarios porque, efectivamente, el cristiano tiene paz<br />
cuando trabaja por la paz, pues desempeña su labor pen-<br />
sando en Dios y en los demás; por eso mismo, puede recibir<br />
la paz y darla a otros. Su descanso espiritual, su estar en ar-<br />
monía con Dios, le convierte en sembrador de paz.<br />
Vivir la paz y sembrar la paz: así cabe resumir la vida de un<br />
buen hijo de Dios. Se muestran como hijos de Dios los que<br />
imitan a su Padre, el Dios de la paz, fuente eterna de infinita<br />
paz; se conforman con Cristo, el príncipe de la paz; y acogen<br />
al Espíritu Santo, vínculo de unión y de paz. Viven y transmi-<br />
ten una paz que crece junto a su regeneración espiritual, a su<br />
intimidad con la Santísima Trinidad; y la recuperan —cuando<br />
la han perdido— acudiendo al sacramento de la Reconcilia-<br />
ción con Dios y con la Iglesia. Esta paz aumenta en sus almas<br />
y la difunden a su alrededor en la medida en que se identifi-<br />
can con Jesucristo realmente presente en la Eucaristía.<br />
201