Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Javier Echeverría EUCARISTÍA Y VIDA CRISTIANA<br />
bendición —¡nada menos que invitación del mismo Dios<br />
para colaborar en la obra de la creación!—, pero se cargó de<br />
peso como castigo del pecado original: «Comerás el pan con<br />
el sudor de tu frente» (Gn 3,19). Cuidar del jardín de Edén<br />
era inicialmente agradable; después del pecado, labrar la<br />
tierra, cultivarla, resulta penoso. También hoy, para ganar el<br />
sustento hay que esforzarse: responde a la ley impuesta al<br />
hombre, tal como aparece en el Génesis y san Pablo recuerda<br />
a quienes intentaban escamotearla (cfr. 2 Ts 3, 10). Pero esto<br />
no significa que el trabajo en sí mismo se identifique con un<br />
castigo; esa condición se refiere solamente a la fatiga que<br />
comporta, como solía recordar san Josemaría 7 .<br />
El esfuerzo que exige cualquier tarea empuja en muchas<br />
ocasiones a quitar el hombro, a recortar el tiempo que se<br />
debe dedicar a una ocupación para terminarla bien; a reducir<br />
el empeño a lo imprescindible, a lo aparente, a lo que los<br />
otros perciben. Por comodidad o por superficialidad, no se<br />
estudian todos los aspectos que un encargo profesional en-<br />
cierra; por prisa o precipitación, se consideran terminadas las<br />
ocupaciones que aún requerirían ulterior atención; por orgu-<br />
llo o vanidad, no se acogen consejos ni se busca la sugerencia<br />
de otros con mayor experiencia. La lista de los enemigos del<br />
trabajo bien realizado se alarga como el elenco de los enemi-<br />
gos de una vida recta y virtuosa, porque en el planteamiento<br />
y en el cumplimiento de ese deber —en sus diversas formas y<br />
expresiones— está presente la orientación que el hombre in-<br />
tenta poner en su vida.<br />
El progreso de la humanidad en asegurarse alimento y re-<br />
fugio, ha mejorado mucho las condiciones y la eficacia del<br />
trabajo, pero no ha cancelado —ni parece que lo cancelará<br />
jamás— ese elemento de fatiga y sacrificio. Hoy nos beneficia-<br />
mos —aunque no todos, ni todos por igual— de los esfuerzos<br />
7 Cfr. San Josemaría Escrivá de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 48.<br />
159