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Javier Echeverría EUCARISTÍA Y VIDA CRISTIANA<br />
nión de vida, para que en ese pacto y por ese pacto se mani-<br />
fieste el amor y la fecundidad de Cristo y de su Iglesia. Si el<br />
sacerdote cristiano se configura como un aliado específico de<br />
Cristo en vista de la santificación, la enseñanza y el gobierno<br />
de su pueblo; los esposos cristianos participan en la edifica-<br />
ción de la Iglesia, ofreciendo al Padre su mutuo amor y nue-<br />
vos hijos que nacen como fruto de su fe y de la fidelidad en-<br />
tre ellos, de su fe y de su afecto leal a Cristo y a la Iglesia.<br />
San Josemaría lo explicaba de este modo: «A todo cris-<br />
tiano, cualquiera que sea su condición —sacerdote o seglar,<br />
casado o célibe—, se le aplican plenamente las palabras del<br />
apóstol que se leen precisamente en la epístola de la festivi-<br />
dad de la Sagrada Familia: escogidos de Dios, santos y amados<br />
(Col 3, 12). Eso somos todos, cada uno en su sitio y en su<br />
lugar en el mundo: hombres y mujeres elegidos por Dios<br />
para dar testimonio de Cristo y llevar a quienes nos rodean la<br />
alegría de saberse hijos de Dios, a pesar de nuestros errores y<br />
procurando luchar contra ellos.<br />
»Es muy importante que el sentido vocacional del matri-<br />
monio no falte nunca tanto en la catcquesis y en la predica-<br />
ción, como en la conciencia de aquellos a quienes Dios<br />
quiera en ese camino, ya que están real y verdaderamente lla-<br />
mados a incorporarse en los designios divinos para la salva-<br />
ción de todos los hombres» 7 .<br />
El cristianismo ha admirado y bendecido siempre la gran-<br />
deza del amor humano limpio; y ha rechazado categórica-<br />
mente las teorías que, a lo largo de la historia, de una manera<br />
u otra, han intentado denigrarlo, considerarlo impuro, sim-<br />
ple remedio a la concupiscencia humana. El especial aprecio<br />
del celibato apostólico y de la virginidad, así como la exigen-<br />
cia del celibato sacerdotal, nunca se han basado en el despre-<br />
cio del matrimonio. Los Padres de la Iglesia entendieron que<br />
7 San Josemaría Escrivá de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 30.<br />
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