15.05.2013 Views

JAVIER ECHEVARRÍA - OpenDrive

JAVIER ECHEVARRÍA - OpenDrive

JAVIER ECHEVARRÍA - OpenDrive

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Javier Echeverría EUCARISTÍA Y VIDA CRISTIANA<br />

Filiación divina y anuncio de Cristo:<br />

«estar en las cosas del Padre»<br />

Considerando esta estupenda realidad desde otra perspec-<br />

tiva, comprendemos que quien se sabe hijo de Dios porque<br />

acoge la Palabra encarnada, de algún modo se ha convertido<br />

también en palabra de Dios dirigida a los hombres. Santiago<br />

escribe con entusiasmo: «Nos engendró por su propia volun-<br />

tad, con Palabra de verdad, para que fuésemos como las pri-<br />

micias de sus criaturas» (Sl 1, 18). Primicias: los primeros de<br />

una serie. Nuestra vocación de hijos en el Hijo está intrín-<br />

seca e inseparablemente unida a nuestra misión de heraldos<br />

de la Palabra ante la humanidad entera, para que todas las<br />

personas alcancen una viva conciencia de la llamada a parti-<br />

cipar, como hijos, en la intimidad divina.<br />

Con esta perspectiva, se entiende bien que sólo la fe viva<br />

es principio de acción apostólica verdadera y eficaz. Si la<br />

Palabra está muerta en el propio corazón, no existe la posibi-<br />

lidad de sembrarla en otras almas. Hablaremos de Dios en la<br />

medida que hablemos con Dios, pues siempre daremos lo<br />

que tengamos: «De lo que rebosa el corazón, habla la boca»<br />

(Mt 12, 34). La fe muerta no produce fruto, la fe sin obras<br />

no transmite nada: no propone un testimonio con obras de<br />

amor, y entonces las palabras sobre Jesús son címbalo que re-<br />

tiñe (cfr. 1 Cor 13, 1). Lo ha dicho El explícitamente: «Per-<br />

maneced en mí y Yo en vosotros. Como el sarmiento no<br />

puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así<br />

tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy ia vid, vo-<br />

sotros los sarmientos. El que permanece en mí y Yo en él, ése<br />

da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada. Si al-<br />

guno no permanece en mí es echado fuera como los sarmien-<br />

tos y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden.<br />

Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en voso-<br />

tros, pedid lo que queráis y se os concederá. En esto es glori-<br />

84

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!