INTERPRETACION MARXISTA - Universidad de Chile
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ciuda<strong>de</strong>s –calificadas por algunos ambientalistas <strong>de</strong> ecosistemas fallidos y por otros como la<br />
antítesis <strong>de</strong> un ecosistema, ya que no tienen autarquía, no se autoregulan y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> flujos<br />
energéticos ajenos- agudizaron la contradicción campo-ciudad, iniciada durante la formación social<br />
colonial. 75<br />
Capítulo IV<br />
CLASE DOMINANTE, CAPAS MEDIAS, INMIGRANTES Y ARTESANADO<br />
Durante el período que transcurre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la caída <strong>de</strong> Balmaceda hasta la ascensión al po<strong>de</strong>r<br />
<strong>de</strong> Arturo Alessandri hubo importantes transformaciones en la estructura <strong>de</strong> clases, tanto a nivel <strong>de</strong><br />
las fracciones <strong>de</strong> la clase dominante como en el seno <strong>de</strong> la clase explotada, en particular <strong>de</strong> las<br />
capas medias.<br />
La burguesía<br />
En esta etapa se produjeron cambios significativos en la estructura <strong>de</strong> la clase dominante. El<br />
hecho más relevantes fue la crisis <strong>de</strong> la burguesía minera nacional que en un breve lapso casi se<br />
extinguió <strong>de</strong>l panorama social, luego <strong>de</strong> haber ocupado <strong>de</strong>cisivas posiciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r político en la<br />
segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX.<br />
Ante la agresiva penetración imperialista en las explotaciones <strong>de</strong> salitre y cobre, la<br />
burguesía minera chilena prefirió ven<strong>de</strong>r al mejor postor sus posesiones e invertir en otras áreas <strong>de</strong><br />
la economía. Este proceso fue tan rápido que a fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1920 era irrelevante el papel <strong>de</strong><br />
la burguesía minera criolla. La mayoría <strong>de</strong> sus integrantes pasaron a formar parte <strong>de</strong> la burguesía<br />
agraria, industrial, comercial o financiera. Sólo unos pocos conservaron empresas salitreras y<br />
carboníferas, quedando integrados en el área <strong>de</strong> la pequeña y mediana minería, con escaso po<strong>de</strong>r<br />
económico y con un casi nulo peso político.<br />
Hubo empresarios que se iniciaron con escaso capital y que pronto prosperaron acumulando<br />
cuantiosas fortunas en la explotación salitrera. Tales fueron los casos <strong>de</strong>l español Matías Granja y<br />
<strong>de</strong> Pascual Baburriza y los hermanos Astoreca.<br />
Otra modificación importante en la estructura <strong>de</strong> la clase dominante fue la paulatina<br />
transformación <strong>de</strong> un sector terrateniente en burguesía agraria, fenómeno que se había iniciado a<br />
mediados <strong>de</strong>l siglo pasado. La generalización <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> producción capitalista<br />
promovieron la consolidación <strong>de</strong> la burguesía agraria, especialmente en las estancias gana<strong>de</strong>ras y<br />
fundos <strong>de</strong> la zona central y sur, como los Bunster, los Ménen<strong>de</strong>z, los Braun y el pionero <strong>de</strong> la<br />
fruticultura, Salvador Izquierdo, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los viñateros. Sin embargo, continuaron subsistiendo<br />
latifundistas que persistían en la utilización <strong>de</strong> formas precapitalistas <strong>de</strong> producción, perpetuando el<br />
retraso <strong>de</strong>l campo chileno. Esta incapacidad <strong>de</strong> los terratenientes les hizo per<strong>de</strong>r influencia política<br />
y económica. Las luchas políticas y los roces interburgueses <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1920 serán una clara<br />
expresión <strong>de</strong> la “crisis <strong>de</strong> la vieja oligarquía terrateniente”. Esto no significó que los latinfundistas<br />
y, especialmente, el sector <strong>de</strong> la burguesía agraria quedaran <strong>de</strong>finitivamente fuera <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. En<br />
realidad, fue un proceso en el que la fracción terrateniente perdió influencia en el bloque <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r<br />
<strong>de</strong> la clase dominante, aunque mantuvo fuerzas para principales organismos <strong>de</strong>l aparato <strong>de</strong>l Estado.<br />
Paralelamente a este fenómeno <strong>de</strong> crisis en ciertos sectores <strong>de</strong> la clase dominante, se fueron<br />
generando nuevas capas burguesas. Lo más relevante fue la emergencia <strong>de</strong> la burguesía industrial.<br />
A pesar <strong>de</strong> que entonces no tenía fuerza suficiente para imponer su hegemonía en el bloque <strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r capitalista, como iba a ocurrir en las décadas posteriores a 1940, la incipiente burguesía<br />
industrial fue imponiendo una fisonomía más mo<strong>de</strong>rna a la clase dominante chilena.<br />
Nuevos sectores burgueses surgieron al socaire <strong>de</strong> los gastos <strong>de</strong>l aparato estatal. Las obras<br />
<strong>de</strong> infraestructura y servicios públicos, financiadas con los crecientes ingresos <strong>de</strong>l salitre, facilitaron<br />
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