Descargar - GaliciaAberta | Secretaría Xeral da Emigración - Xunta ...

Justa distribución del sufragio como poder
curren, para idéntica elección, candidatos de las federaciones o coaliciones
a que pertenezcan.”
Queda, pues, evidenciado que los españoles residentes en el extranjero
tienen el mismo derecho a formar partidos o agrupaciones de electores
que los residentes en España. Podrían, entonces, si así lo quisieran,
concurrir a las elecciones con sus propios candidatos.
Bien; -se me dirá- eso es cierto; pero ¿qué probabilidades tendrían de
salir electos en competencia con partidos bien organizados y famosos?
Realmente es verdad que, siendo tan desigual la contienda, habría
que contestar que ninguna. Pero tampoco cabe cuestionar que, con tiempo
y perseverancia, en países en que hay un número considerable de emigrados
coprovinciales, uno con carisma de líder podría obtener escaño
con relativa facilidad, si tuviera suficiente respaldo en la metrópolis -cosa
para un ausente muy difícil.
Por ejemplo: Según el CERA (Censo de Residentes Ausentes), hay en
el exterior, con mayoría en Sudamérica, casi unos 400 000 gallegos. Probablemente,
contando los no inscritos en el censo, son bastantes más. Es una
cifra muy importante, que de coincidir la circunscripción con las Comunidades
Autonomas, brindaría la posibilidad de obtener incluso más de un
escaño. Pero, como las circunscripciones son provinciales, los residentes en
el exterior están en condiciones muy desiguales para competir con aspirantes
que tengan arraigo en alguna provincia o capital española con elevado
número de habitantes. Así, pongamos por caso, los coruñeses expatriados
son aproxiomadamente unos sesenta mil. Por tanto, aunque vivieran todos
en la misma ciudad, no dan margen para un escaño. Siendo menor el censo
electoral de Ceuta o de Melilla, ¿cómo negar la discriminación, por circunstancias
meramente geográficas, que acarrean las circunscripciones provinciales
a los residentes fuera de España? Anotemos tal anomalía, y prosigamos
nuestras reflexiones sobre el tema concreto que traemos entre manos.
Si los votos, por cientos de miles, que atesora la España del exterior
son del máximo interés para los partidos políticos, no se acaba de com-
113