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José Lois Estévez
entonces huelga predicarla como algo a-priori (87) .
El 66,2 es también defectuoso en sus dos expresiones finales. Sostener
que “las Cortes *controlan* la acción del Gobierno”, no es muy afortunado,
pues la controlan únicamente si la controlan de facto, y eso está
por ver cuando se dice. Además, *la acción* se refiere a *todos* los actos
del Gobierno, y hay algunos incontrolables (p. e.. caso Gal, fondos reservados,
actos prescritos). Lo correcto sería decir “pueden controlar* actos
públicos del Gobierno”, pues los arcana imperii se les escapan (88) .
Tampoco el 66,3 es de redacción satisfactoria. Nada es *inviolable*
si puede ser violado. También la persona de Luis XVI era inviolable y
sagrada; y acabó en la guillotina. No mucho después de pregonarse la
inviolabilidad de las Cortes se produjo el 23-F, porque no siempre *es* lo
que se quiere que sea.
Cabe igualmente ver con análogo escep-ticismo lo dispuesto en el art.
67, párrafo 2: La prohibición de los mandatos imperativos, resulta ineficaz
si los partidos cuentan con medios para exigir a sus diputados obediencia.
En cuanto a lo dispuesto en el párrafo 3, aparte del anacoluto cometido en
la oración final, parece albergar la presuposición de que el derecho se realiza
por sí mismo. El legislador no se ha preguntado ni explicado quién le
pone el cascabel al gato. Y ante el hecho de una reunión de parlamentarios
sin convocatoria reglamentaria, no se dice qué habría que hacer, ni sobre
quien pesa el deber de hacerlo, sólo se dice que “no vincularán a las Cáma-
87) La representación política degenera muy fácilmente en un mito político más. En realidad, los
diputados y senadores *representan* al pueblo si lo representan de verdad, mediante una elección
por el pueblo de cada uno de ellos. En el sistema de listas cerradas y bloqueadas, la representacion
es de los partidos, no de los electores. Por eso, habría qu preguntarse hasta qué punto
un régimen partitocrático es auténticamente representativo.
88) Tenemos abundantes ejemplos muy próximos durante el pasado período socialista. Y aún es
reciente la polémica suscitada por las escuchas a H. B.